La defensoría del pueblo de Panamá se ha manifestado sobre el derecho de cada individuo a no vacunarse contra la covid- 19. Mientras tanto en otras latitudes con diferentes estilos y manejos, los incentivos y las herramientas de mercadeo para lograr la esquiva inmunidad de rebaño se agotan.
El gran dilema es quién lo hace primero. Líderes empresariales como Doug McMilon, el principal ejecutivo en Walmart, están en constante conversación para alinear acciones o ideas que empujen la vacunación de manera sutil. La Casa Blanca ya se ha involucrado con el Presidente Joe Biden reuniéndose con ejecutivos que han tomado la decisión de hacer obligatoria la vacuna contra la Covid-19 como requisito laboral.
Serán estos esfuerzos suficientes? La mayoría de las empresas en Estados Unidos se han resistido a la idea de hacerlo obligatorio o mandatorio. Muchos sienten que en las próximas semanas cuando la FDA apruebe totalmente la vacuna Pfizer-BioNtech lo que se vivirá es una última marejada de aquellos que no estaban listos para vacunarse.
Mientras tanto en Panamá seguimos avanzando, algo más lento que lo anticipado pero todavía lo suficiente para estar entre los mejores países del mundo en la eficiencia de las rondas de vacunación. Marchamos hacia la inmunidad colectiva con pasos firmes pero se necesita otro tipo de compromiso del sector privado por más charlas, más educación, más herramientas para que se pueda evaluar, analizar y sentir los puntos a favor de las jornadas de vacunación.
Con el porcentaje de desempleo arriba del 20%, la informalidad afectando a 800 mil personas y el país endeudado como nunca antes, la vacunación se ha convertido en la pieza esencial para revitalizar segmentos de la economía que han estado cerrados por casi 16 meses. Qué impacto tendría para convenciones y eventos salir a promover un país que tuviese ya inmunidad colectiva? ¿Qué impacto tendría en la inversión extranjera que dijéramos Panamá tiene a un 85% de su población vacunada contra la covid-19?
El derecho a vacunarse o no es de cada individuo. El derecho por implementar acciones que conduzcan a que un país retome el sendero del crecimiento económico que se traduzca en progreso social es de una gran mayoría de panameños. A crecer, a despertar.