Mucha confusión ha reinado a nivel mundial con la decisión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump de implementar todo tipo de barreras arancelarias a las importaciones de dicho país. Nadie compra ni consume como dicho país y los mercados de capitales han vivido grandes.
Tratemos de entender con calma esto con la salvedad que es complicado. A partir del 5 de abril prácticamente un piso de 10% de aranceles se impone al mundo desde Estados Unidos: todo lo que se importe en ese país tiene un incremento adicional en precios de importación para que se consuma lo producido localmente.
Lo que se espera que haya una turbulencia en el corto plazo para que los precios suban y la demanda de la gente se ajuste. No hay que verlo como el fin del mundo pero el camino adelante parece ser algo movido.
Pero hay ejemplos de estas acciones en la historia? Argentina era una de las economías más ricas del planeta al empezar el siglo 20 pero el movimiento del presidente Perón hacia la domesticación de la producción reveló la más grande ineficacia del aparato productor y el país no se ha recuperado en 100 años. Esto nos lleva concluir que las barreras arancelarias no crearán empleo y bienestar sólo en base a lo comparativo - tendrá que darse una inversión diferente en tecnología y ciencia para crecer sustentablemente.
Países pobres, doblemente afectados
Lo que sí parece con este replanteamiento mundial es que los países más pobres están siendo golpeados de doblemente: por un lado menos ayuda monetaria y más inestabilidad geopolítica.
Las barreras arancelarias deben disminuir la demanda por importaciones. Eso quiere decir que se necesitarán menos dólares en el mercado mundial para comprar importaciones. ¿Qué efecto puede tener esto en precios? Lo más seguro es que todo subirá. ¿puede el dólar mantenerse como la moneda de reserva del planeta y a la vez servir a Estados Unidos para ser un nuevo y más agresivo jugador en las exportaciones mundiales? El tiempo dirá.
China ¿Un posible ganador?
Pero las barreras arancelarias y su impacto pueden dispararse rápidamente en acciones que lleven a otras acciones, incluyendo las bélicas. Ese acercamiento entre unidades demográficas puede llevar al caos. Un posible ganador: China. La tecnología acompaña a este país que seguramente buscará otros mercados con gran intención de venta y por ende la frustración de algunos países con respecto a las acciones del presidente Donald J. Trump pudiesen generar grandes oportunidades.
Parece que lo que viene no será fácil obliga a cuidar el ahorro y a estacionarse en efectivo por un rato. Algunos productores locales necesitarán ayuda de los gobiernos. Pero recordemos que este tipo de acciones de protección tienden a explotarnos en la cara y cualquier beneficio de corto plazo se verá apagado por la destrucción de valor en el largo plazo.