Con la salida de Carlos Aguilar, como Ministro de Cultura en Panamá, los sectores artísticos esperan una transformación profunda en las políticas públicas. El presidente Laurentino Cortizo dio un giro de timón en el Consejo de Gabinete. Los movimientos que más reacciones han generado se concentran en el polémico Ministerio de Cultura de Panamá.
Entre otras reacciones tras la salida de Carlos Aguilar, la gestora cultural Katherine Bucktron Olle se mostró optimista e indicó que para ella significa esperanza que las cosas pueden mejorar y espera que la nueva titular del Ministerio de Cultura de Panamá tome en cuenta que las artes y la cultura son un derecho.
Para la vicepresidenta de la Asociación de Teatristas de Panamá, Sandy Correa, el ministro de cultura debió ser destituido cuando salieron a la luz pública los primeros escándalos por irregularidades en las contrataciones de artistas y comunicadores.
"Si a esto le sumamos las investigaciones que tiene en Contraloría, como en ANTAI y la Fiscalía Anticorrupción, todas desde febrero del año pasado, este cambio debió darse hace mucho antes", indicó Sandy Luz.
La gestora cultural Katherine Bucktron Olle, manifestó que al principio recibió satisfacción con el nombramiento del cineasta Aguilar, pero reconoce que quedó decepcionada. "Lo único que se supo fue de escándalos, pagos no realizados con artistas diferentes. Ojalá no le pase por la mente a la actual ministra que un recinto cultural no pase a ser otra cosa que no sea para las artes", dijo.
A las críticas de la gestión de Aguilar se suma Ximena Eleta de Sierra, una de las bailarinas de danza contemporánea más relevantes de Panamá.
La artista de danza contemporánea dijo que "queremos darle la bienvenida a Giselle González al liderazgo del Ministerio de Cultura de Panamá. Queremos exhortarla a que trabaje en conjunto con los artistas, que se asesore bien, nos permita apoyarla y ayudarla, que es algo que francamente no sentimos con la administración anterior".
Al ritmo de la danza, los artistas esperan que el gobierno ponga en marcha la reglamentación de la Ley de Cultura, que está en mora desde mayo de 2021.