Tras conocerse que Panamá quedó sembrada en el Grupo L del Mundial 2026, el director técnico de la selección nacional, Thomas Christiansen, reaccionó desde el lugar del sorteo con una mezcla de realismo, serenidad y determinación. El entrenador reconoció el alto nivel de los rivales que enfrentará Panamá, entre ellos dos selecciones europeas y una africana, un escenario que calificó como desafiante, pero asumido con compromiso.
Referencias de rivales y preparación previa
Christiansen repasó brevemente su conocimiento sobre los técnicos y jugadores de las selecciones rivales. Recordó su enfrentamiento en Bundesliga ante el actual entrenador de Ghana y destacó nombres como el delantero Iñaki Williams. También mencionó conversaciones con Thomas Tuchel, hoy al frente de Inglaterra.
“Inglaterra siempre es un rival complicado, ya lo sabemos del Mundial de Rusia y ahora, pues a mejorar eso y competirles”, dijo.
El seleccionador admitió haber vivido momentos de nerviosismo durante el sorteo.
“Estaba muy nervioso… ves los equipos pasar y dices, pues este me gustaría, este no me gustaría”, confesó.
Aunque reconoció la dureza del grupo, Christiansen sostuvo que los objetivos de Panamá no cambian.
“La idea es la misma, no vamos a cambiar… vamos a intentar hacer lo mejor posible mejorando lo de Rusia”, aseguró, reiterando la aspiración de competir por un cupo a la siguiente ronda.
El técnico confirmó que ya se analiza la planificación de amistosos y la elección del campamento base del equipo, decisiones que dependen directamente del perfil de los rivales del grupo. “Ahora está más concreto donde podemos ir… se ha minimizado”, señaló, indicando que la logística comenzará a definirse con mayor claridad una vez se confirmem las sedes y horarios de los partidos.
Un orgullo representar a Panamá
Christiansen también describió la emoción personal que vivió en el sorteo, rodeado de leyendas del fútbol mundial.
“Era un orgullo para mí representar a Panamá en este escenario que es un evento increíble… muy bonito y muy emocionante”, afirmó.