La selección española de fútbol recorrió este lunes unas calles de Madrid abarrotadas de aficionados que quisieron rendir homenaje a los campeones de la Eurocopa tras su victoria ante Inglaterra en la final (2-1).
Con una camiseta blanca con el dorsal 4 delante -en alusión a las cuatro Eurocopas de su palmarés-, y saludando a derecha e izquierda a los aficionados que aguardaron horas en un día de mucho calor, los jugadores se dirgían a la plaza de Cibeles para concluir las celebraciones.
La jubilación de aquel equipo nacional que ganó el Mundial 2010 y dos Eurocopas seguidas (2008 y 2012) con nombres como Iniesta, Xavi, Sergio Ramos, Fernando Torres o Iker Casillas dejó una sensación de orfandad entre los aficionados a la selección que duró... hasta el domingo.
- "Queremos más" -
El primer compromiso del equipo tras llegar a Madrid fue la recepción con el rey Felipe VI, que recibió una camiseta firmada por los jugadores con el lema "reyes de Europa".
El monarca les dio las gracias por "la alegría" que han dado al país. En la escalinata del palacio de la Zarzuela, el equipo posó con la familia real. La reina Letizia vestía de rojo, y la princesa Leonor y la infanta Sofía llevaban la camiseta de la selección con el dorsal 10.
El equipo fue recibido también por el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, que les pidió más triunfos: "queremos mucho, queremos más", dijo.
El diriginete socialista les dio las gracias por "haber dado la mejor versión de España, por haber mostrado esa capacidad de esfuerzo, de remontada, de espíritu de equipo, de sacrificio".
Con un estilo de juego seductor y emocionante, La Roja ha vuelto a lo más alto del continente para convertirse en la primera selección que gana una 4ª Eurocopa tras los triunfos de 1964, 2008 y 2012.
A lo largo de toda la competición, el equipo de Luis de la Fuente ha superado los obstáculos, muy complicados, que le pusieron potencias del fútbol europeo como Italia, Croacia, Alemania, Francia e Inglaterra, su última víctima.
Con un toque de magia que ha seducido a todo el país, como lo demuestran los datos de audiencia: la televisión pública alcanzó puntos de casi 16 millones de telespectadores durante la final, un 84% de cuota de pantalla.
Al igual que ocurrió en el periodo de los grandes éxitos entre 2008 y 2012, el triunfo de la selección da un respiro a la crispación que domina el debate público en el país.
"Estar hoy aquí significa mucho, han vuelto a unir a un país y es muy bonito", explicó, por ejemplo, Cora Barciela, una veinteañera de Mallorca que el domingo vio el partido en la plaza Colón de Madrid.
- De nuevo, decepción inglesa -
En cambio, el regreso de los 'Three Lions' a Inglaterra no provocará una demostración de júbilo tras un torneo caótico, a veces muy laborioso, y finalmente infeliz luego del remate a la red de Mikel Oyarzabal que decidió el título en el minuto 86.
Inglaterra se despertó de nuevo de una pesadilla, la de una nueva derrota en una final, tres años después de ver esfumarse el sueño de ganar un primer título continental en los penales en Wembley contra Italia.
La selección inglesa sigue sin conquistar un título desde el Mundial-1966 y se estrella tozudamente pese a contar, una vez más, con una generación de grandes jugadores.
"El dolor continúa", resumió el Daily Telegraph. "El sueño acabó", destacó el Mirror. El Daily Mail habla de "corazón roto" junto a una imagen de un abatido Jude Bellingham.