Panamá y Japón concluyeron las negociaciones para un acuerdo de intercambio de información fiscal bajo estándares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), informó este lunes la cancillería panameña.
El gobierno panameño afirmó que este acuerdo forma parte del "compromiso" de Panamá con el intercambio automático de información financiera y la adopción del Common Reporting Standard (CRS) de la OCDE.
Además, para Panamá es el inicio de las negociaciones bilaterales de acuerdos que permitan el intercambio automático de información, sobre la base de los estándares internacionales formulados por la OCDE, dice la nota.
Las negociaciones fueron lideradas por Farah Urrutia, directora general de Asuntos Jurídicos de la Cancillería de Panamá y por Osamu Kawanishi, director de Tratados del Departamento de Impuestos y Ken Hashiba, director para México, Centroamérica y el Caribe del Departamento de Asuntos Latinoamericanos y Caribeños, por Japón.
El sistema financiero panameño ha sido duramente criticado tras la divulgación de documentos de la firma de abogados Mossack Fonseca, en los que se revela cómo desde el país centroamericano se crearon infinidad de entidades "off-shore" para presuntas evasiones fiscales de personalidades de todo el mundo.
Tras la divulgación de los documentos, Francia reinscribió a Panamá en su lista de paraísos fiscales, mientras que la OCDE acusó al país centroamericano de no cooperar en la lucha contra la evasión fiscal.
Sin embargo, Panamá defiende que en enero puso en vigencia una serie de formas para evitar el fraude fiscal a través de sociedades creadas en el país y que ya ha firmado más de 30 acuerdos bilaterales sobre doble tributación e intercambio de información.
Sin embargo, la falta de celeridad para levantar el secreto bancario y el intercambio automático de información ha provocado que el país se mantenga en la mira de Europa, Estados Unidos y la OCDE
El gobierno panameño ha reiterado que está dispuesto a seguir las reformas y a cooperar con la comunidad internacional en la lucha contra el blanqueo de capitales y el fraude fiscal, pero a su ritmo y, por el moemento, de forma bilateral y no multilateral como le exige la OCDE.
Después del escándalo Mossack Fonseca, el gobierno anunció tres nuevos tratados bilaterales, bajo estándares de la OCDE, con Japón, Singapur y Alemania.