Panamá, 4 de junio de 2020.
Sin embargo, debido a la premura, nervios o distracción de los pasajeros, es común que algunos olviden libros, bolsos o teléfonos móviles en las salas de esperas, baños o áreas públicas del terminal aéreo.
Es increíble la cantidad y variedad de pertenencias olvidadas, que una vez detectadas, se trasladan bajo estrictos procedimientos de seguridad al Centro de Recopilación de Objetos Extraviados (CROE) de la terminal aérea, donde se clasifican, registran y almacenan según su categoría.
De acuerdo con el protocolo de seguridad del Aeropuerto de Tocumen, cuando se encuentra una maleta u otro artilugio olvidado, pasa por un filtro para descartar explosivos o sustancias ilícitas, mientras que, si contiene alimentos o productos perecederos se incineran por temas de seguridad sanitaria.
En el afán de no perder el vuelo, la tristeza por partir, la alegría de encontrarse con sus seres queridos o bien para evitar pagar el sobrepeso a las aerolíneas algunos viajeros dejan atrás parte de sus pertenencias.
Kanddy Araujo, Jefa del Centro de Recopilación de Objetos Extraviados, explicó "que más de 3,600 equipajes olvidados fueron recogidos por el personal del Aeropuerto Internacional de Tocumen el año pasado y cerca de 600 piezas entregadas exitosamente a sus propietarios previo trámite".
"El top ten de los equipajes más olvidados por los distraídos pasajeros que llegan o parten del Aeropuerto Internacional de Tocumen lo encabezan: las maletas, carteras, pasaportes, celulares, tablet, audífonos, cinturones, sombreros, licores y las joyas", dijo Araujo.
Después de tres meses, los artículos no reclamados en el CROE son donados a organizaciones no gubernamentales o incinerados. Pero entre las cosas más curiosas que han aparecido en la principal terminal aérea del país figura una lámpara de sal, un clavo arqueológico, pinturas extrañas, una máquina de moler café, una de coser, entre otros.
FUENTE: Redacción