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Las declaraciones de un exministro sobre la economía panameña, la carta del expresidente Martinelli previo a su cumpleaños y las campañas políticas disimuladas destacan hoy en las Glosas de Flor Mizrachi

EL PAPEL AGUANTA TODO. Ayer Catín Vásquez, el ministro de Economía del gobierno de Martín Torrijos, dijo que uno podía hacer que las cifras apuntaran hacia donde uno más le convenía. Eso en referencia al escándalo que se formó con lo declarado por Dultorito de la Guardia. ¿Lo dirá por experiencia? Esas son las declaraciones que, viendo la realidad que se ve en la calle (locales cerrando, despidos masivos, etcétera etcétera etcétera), nos hacen dudar de las cifras que con orgullo muestra el gobierno.

EL POETA MARTINELLI. La carta que publicó Martinelli de su día a día en la cárcel casi ni hizo bulla, ¿se dieron cuenta? Pero sí llamaron la atención varias cosas. Primero, eso no lo hizo él. Él no escribe así. Eso lo tuvo que haber escrito alguien que no se raya como se raya él, ni es tan orgulloso como él. Segundo, se quejó de la terrible comida que les dan y de las medicinas genéricas que reciben. Seguramente aquí en el Seguro y en las cárceles la situación no es mucho mejor. ¿Y eso mejoró durante su gobierno? Oye, y la comida deshidratada… pffffffff. A los pelaos les dio hasta diarrea. Saludos a Oyden Ortega, por cierto. Tercero: qué ironía y qué dolor tan grande ver que una persona que lo tuvo y todavía lo tiene todo (materialmente hablando) esté privada de lo más importante que puede tener uno: su libertad. Pero al final, ¿quién se lo buscó? En fin. Feliz cumpleaños al ex presidente, que ayer cumplió años. A diferencia de sus épocas de fantoche y poder, no celebró por todo lo alto en el bunker ni el Quarrey Hights, pero igual, feliz cumpleaños. A ver si empieza a valorar lo verdaderamente importante de la vida.

A CONVENIENCIA. Oigan. Los panameñistas son una vaina. Hicieron su inscripción masiva el día del congreso del PRD, que ahora que lo pienso, si no fuera por el abucheo de Zulay pasaban medio desapercibidas… y sobre esa inscripción, caben destacar dos cosas. Uno, la cuña que hizo Beby Valderrama, que está en campaña para alcalde, promocionándola, con su imagen por todos lados. Una delgada línea entre su imagen e imágenes del país, casi como una campaña país… que valdría la pena que viera el fiscal electoral. ¿O pa’ qué? Primero, él no funciona y dos esas reformas abren la puerta para la discrecionalidad. El otro que anda en las mismas es Blandón. Campaña disimuladita pero ya abierta. Y lo otro fue el diputado panameñista Panky Soto, ajaaaaaa, el anti educación sexual, el que llegó deshonestamente a su curul y dice que la mujer va detrás del hombre, que fue captado en un video entregando Cepadems un día antes de la inscripción. Dice que no repartió sino que estaba asesorándolos. Pero con los Cepadems en la mano. Creen que uno es tonto.

DESENMASCARADA. Oigan, hablando del abucheo de Zulay. ¿Vieron eso? Es que ya hasta sus propios copartidarios están hasta la coronilla de las acusaciones sin prueba. Ya uno no sabe si es peor el abucheo o verla primero decir que apoya que dos personas del mismo sexo se unan porque son adultas, y luego vaya a la marcha anti matrimonio igualitario y ahí se deje ver hasta con pancarta en mano y todo.

EL ‘BAD’. El presidente ya empezó a desesperarse. O ya se le empezó a notar. Ya se salió con que hará valer la autoridad de su cargo al “grupito de diputados” que está tratando de llevar al país a un enfrentamiento porque él es el presidente. Primero, presidente, un presidente, cuando es bueno, claro, no tiene por qué estar amenazando ni recordándole al país que es el presidente. Segundo, un buen presidente busca estabilidad y consenso. Y tercero, parte de la democracia es entender que ustedes no tienen mayoría en la Asamblea. Si la oposición cometió una ilegalidad, ya su bancada la denunció ante la Corte. Que la Corte decida. Usted no tiene que amenazar a nadie. Además, si lo quieren tumbar usted recibirá el apoyo ciudadano, porque nadie quiere que desestabilicen el país. Y ante el discurso del presidente, salió Yanibel Ábrego a decir que el presidente tiene que respetar la separación de poderes. Y sí, pero aquí solo piden respetar la separación de poderes cuando les conviene.

RENDICIÓN DE CUENTAS. Hablando de Yanibel Ábrego, muy cómodo mandar a la jefa de relaciones públicas Ibeth Vega a disculparse y quemarse (y bueno, ella sabrá por qué y por cuánto se dejó usar) diciendo que las banderitas de la reja las pusieron para conmemorar los 45 años de la sesión del Consejo de Seguridad. Por favor. Ni para Fiestas Patrias forran esas cercas así y quieren que nos comamos ese cuento. ¿Acaso para otros eventos forran la cerca así? Qué casualidad que ayer era la convocatoria contra los corruptos. Bueno, como vieron, ni eso frenó la protesta ciudadana. Los diputados no enaltecen la bandera trabajando: la usan para escudar sus chanchullos. ¿Esa es la asesoría que le da Cherrys Event, señora Yanibel? A usted le falta explicar muchas cosas… empezando por ese contratito. Y acuérdese que todavía está en desacato en cuanto a la explicación del detalle de los contratos y donaciones que la Corte le ordenó que publicara.

DIME QUE TE DIRÉ. Volviendo a Varela, sobre su visita a Colón salieron videos sobre gente molesta con él, otros lo recibieron bien. Y la secretaría de Comunicación lo que hizo fue sacar videos demostrando lo bien que le fue. En esto hemos quedado. En una campañita de demostrar ay, al presidente sí lo quieren, miren. Fuera de orden. Ya: siempre habrá gente a favor y gente en contra. Ese departamento no está para eso, que es campaña, sino para comunicar lo que se hace. ¿Por qué no limitarse a eso?

PARTICIPACIÓN CIUDADANA. Oigan. Hoy se reúne la subcomisión que debate el proyecto de muerte civil. A los que quieren que el proyecto no se estanque y pueden ir, ya saben. Hoy a las 10 en la comisión de Gobierno de la Asamblea.

SALUDITOS. Y el saludo de hoy le va al cardenal José Luis Lacunza, que en medio de una gira de trabajo por el Vaticano quedó hospitalizado en Roma con un coágulo pulmonar. Pronta mejoría, cardenal.

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