La oficina del "contrabandista de juguetes", el activista Rami Adham, en la provincia siria de Alepo (norte) se ha trasladado bajo tierra para protegerse de los bombardeos tras ser destruida en los últimos días.
En la última semana, el lugar, cuya ubicación exacta no especificó por motivos de seguridad, fue destruido por los bombardeos y tres de los voluntarios que trabajaban allí fallecieron.
Adham, que reside en Finlandia, ha entrado 28 veces en Siria desde 2012 para llevar juguetes a los niños de Alepo.
La travesía entre Turquía y su país natal la hace a pie, con ayuda de contrabandistas, cargando con entre 500 y 700 juguetes que le donan particulares para los menores.
Su proyecto ha alcanzado tal notoriedad que su almacén de muñecos alberga ya decenas de miles de juguetes donados por individuos, ya que no recibe el apoyo de ningún Gobierno o institución.