René Quevedo, consultor laboral, advierte que los retos económicos de Panamá muestra signos de mejora, pero con cautela. Según Quevedo, el dinamismo estacional en el comercio impulsado por aguinaldos y décimo tercer mes, sigue vigente, y los financiamientos bancarios al sector productivo aumentaron un 20% respecto al año pasado.
Además, la masa salarial mensual cayó en 60 millones de dólares, lo que ha reducido el consumo y golpeado sectores como restaurantes y centros comerciales.
Perspectivas hacia 2027
El consultor señala que el primer trimestre de 2027 podría marcar un punto de inflexión: “Si los proyectos de infraestructura del gobierno, como el Tren a Chiriquí, Río Indio y Gasoducto, se ejecutan, esto generará un crecimiento importante en el PIB y en la generación de empleo”. Quevedo también apunta a la resolución de la situación minera como un factor clave para reactivar la economía.
El consumo, el motor de la economía
Quevedo enfatiza que la base para generar empleo es estimular la demanda interna. La contracción del consumo se ha visto reflejada en caídas de hasta 40% en restaurantes y 12% en cerveza, mientras que la inversión extranjera y el turismo, aunque deseables, no pueden reemplazar los impactos inmediatos de la pérdida de empleos formales.
Desafíos estructurales
El consultor es claro: Panamá necesita estimular la inversión privada y enfrentar un aparato estatal sobredimensionado financiado por deuda. “Estamos viviendo no de lo que ganamos, sino de lo que le cargamos a la tarjeta de crédito”, afirma.
Quevedo concluye con un mensaje directo: “Es posible mejorar, sí, pero primero debemos crear espacios en el sector privado y enfrentar la realidad económica del país”.