El Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) desarrollaron un taller participativo para definir las características más apropiadas para mapear la degradación por cambio de cobertura en Panamá, esto con el objetivo de encontrar un punto en común o en consenso de la opinión de expertos territoriales para realizar el informe país sobre tierras secas y degradas que debe presentarse ante la Convención de Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (CNULD).
Para Lince este taller participativo se enfocó principalmente en el ODS 15 específicamente en el indicador 15.3.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), “Proporción de tierras degradadas en relación con la superficie total” que trata de medir el estado de la degradación de la tierra justamente tratando de cumplir con la agenda 2030.
Lince añadió que el país cuenta con el Atlas de las Tierras Secas y Degradadas que data del año 2009, que certificó que las tierras secas y degradadas de Panamá ocupan un 27% del territorio nacional, la idea es poder actualizar este con datos más específico y actualizado de este diagnóstico de la degradación de la tierra actualmente con la información que proporcionen y desarrollen los diferentes enlaces técnicos nacionales del Departamento de Conservación de Suelo de la Dirección de Seguridad Hídrica de MiAMBIENTE y socios estratégicos del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA); Universidad de Panamá (UP), y de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) vinculados al manejo sostenible de la tierra.
Panamá tiene dos fechas límites para la entrega del informe, una es el 5 de febrero de 2023, para específicamente uno de los objetivos que están establecidos como meta 2030, y la información total del documento está prevista para ser presentada el próximo el 28 de febrero, posteriormente en el último trimestre de este año 2023 se tiene programada una reunión en Uzbekistán en Asia Central, donde la Comisión de Revisión de implementación de la CNULD, en la que todos los Países Partes podrán presentar sus resultados de dichos informes que serán entregados en febrero, detalló Lince punto focal de Panamá ante la Convención.
La funcionaria agregó que presentar este tipo de informe representa grandes beneficios para Panamá, ya que esto permite acceso a fondos económicos internacionales para diagnosticar y monitorear el estado de la degradación, al mismo tiempo la oportunidad de implementar proyectos que puedan revertir lo diagnosticado.
Lince se refirió a unos de esos proyectos implementados en el país, en el año 2015 con aportes de la FAO que concluyó específicamente en las cuencas de los ríos Parita y Tonosí, implementando medidas de manejo sostenible de la tierra, además también mencionó que actualmente con las Metas de Neutralidad de la Degradación de la Tierra que se establecieron en 2018, se está iniciando un nuevo proyecto para hacerle frente a la degradación de la Tierra con el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés) en las cuencas hidrográficas de Chiriquí Viejo, Santa María, y La Villa.
En tanto Cesar García, consultor del Panorama Mundial de Enfoques y Tecnologías de Conservación (WOCAT por sus siglas en ingles) y de FAO, manifestó que ambos organismos internacionales vienen trabajando en unas plataformas accesibles libres y gratuitas para hacer sistemas de apoyo a la toma de decisión para tierras degradadas o distintos tipos de problemáticas ambientales poder decidir cómo distribuir los recursos que para priorizar y darle apoyo a la gestión de tierras a nivel mundial.
García destacó que es por eso que FAO y MiAMBIENTE a través este taller participativo busca revisar esas metodologías mapas y cartografía con expertos territoriales que conocen el territorio y los procesos para poder recabar más información acerca de lo que realmente sucede, ajustar estos modelos y estos sistemas para que se comporten de una manera similar a la que los expertos conocen en territorio.
Por otro lado, Juliana Dolum, Oficial de Administración de la FAO en Panamá, exhortó a los participantes del taller a aprovechar este intercambio de experiencias relacionadas el tema de la degradación de la tierra, para que de esta manera puedan ayudar a las comunidades a optimizar sus labores agrícolas y forestales, asegurando una mejor nutrición para todos sin degradar la tierra y manteniendo la sostenibilidad de los ecosistemas.
Por su parte, Chiara Ramos, directora regional de MiAMBIENTE Coclé, agradeció el apoyo de FAO al Gobierno Panameño a través de MiAMBIENTE y demás intuiciones gubernamentales en esta lucha contra desertificación, para ejecutar proyectos enfocados en la conservación de los suelos involucrando a las comunidades en los trabajos de campo que buscan proteger los distintos ecosistemas a nivel nacional.
El diagnóstico de las Tierras Secas y Degradadas de Panamá que sustenta el Plan de Acción Nacional de Lucha contra la Sequía y la Desertificación de Panamá, reconoce la existencia de cuatro (4) áreas críticas sujetas a procesos de sequías y degradación de suelos. Éstas son: Cerro Punta en la provincia de Chiriquí, Comarca Ngöbe Buglé, el Arco Seco y la Sabana Central Veragüense.
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (CNULD o UNCCD, por sus siglas en inglés) fue adoptada en París el 17 de junio de 1994, con el objetivo de luchar contra la desertificación y mitigar los efectos de la sequía, en los países afectados.