El ministro de Seguridad de Costa Rica, Mario Zamora Cordero y su viceministro, Manuel Jiménez Steller se encuentran en Panamá para tratar el tema de la migración irregular que vive su país y Panamá debido al aumento de los migrantes que ingresan por la peligrosa selva del Darién para continuar su travesía por Centroamérica hasta llegar a Estados Unidos, su país de destino.
Los funcionarios costarricenses llegaron el viernes a Panamá y fueron recibidos por el ministro de Seguridad Pública Panamá, Juan Manuel Pino en el Aeropuerto Panamá Pacífico, ubicado en el sector oeste de la capital panameña y luego participó junto al Ministro Pino y los directores de los estamentos de seguridad, John Dorheim de la Policía Nacional, Jorge Gobea del Senafront y Eliecer Cárdenas del Senan en una reunión en Edificio 59 en Amador, en donde funciona la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) contra el lavado de activos y la Corrupción, quienes realizan acciones contra el crimen organizado, terrorismo y narcotráfico.
Como parte de la agenda, el Ministro Pino y el Ministro Zamora Cordero acompañados de sus respectivas delegaciones, visitaron el Centro de Operación Nacional, en donde se ubican los equipos y cámaras de videovigilancia que se utilizan para apoyar el trabajo de los estamentos de Seguridad.
El paso de migrantes por la peligrosa selva de Darién continúa, pese a las advertencias que han hecho las autoridades panameñas y es que, la travesía no es fácil, las personas tienen cruzar ríos caudalosos, lomas empinadas, serpientes venenosas y como añadidura, el tapón del Darién es hábitat de jaguares. Hasta la fecha han pasado 40 mil 458 niños migrantes por esta peligrosa selva. De esta cifra, 21 mil 135 son niños y 19 mil 323 niñas.
El ministro de Seguridad de Panamá, dijo que solo en el mes de julio ingresaron 58 mil migrantes irregulares por la frontera colombo panameña y este mes ya van 78 mil, esto representaría casi 30 mil personas más.
Panamá le ha costado más de $70 millones este flujo migratorio desde que en el 2020, cuando los migrantes irregulares quedaron estancados en los albergues en Darién debido al cierre de las fronteras por la pandemia.