El Centro de Arte y Cultura de Colón, ubicado en el histórico edificio del antiguo Colegio Abel Bravo, se ha convertido en un motor de transformación social y cultural en la provincia. Con 27 mil metros cuadrados recuperados tras años de abandono, el espacio pertenece al Ministerio de Cultura y busca fomentar la creatividad, valorar el patrimonio y dinamizar la economía local.
El centro también ha contribuido a la reducción de la violencia, con una caída del 86% en la tasa de homicidios en el corregimiento de Barrio Sur, donde se ubica. Además, ha acercado la cultura a quienes antes tenían que viajar a Ciudad de Panamá: más de 2.500 personas disfrutaron del cine gratuito y 10.000 del teatro local.
El arte que transforma
Aronátegui destaca que estos logros son posibles gracias a la narrativa positiva que promueve Colón, impulsando proyectos que generan inversión, turismo y desarrollo comunitario. La provincia, epicentro de comercio y turismo, espera la llegada de 248 cruceros para la temporada 2025-2026, lo que traerá unos 7 mil turistas adicionales.
El centro también se proyecta como un espacio de promoción gastronómica y mercados creativos, resaltando las expresiones artísticas y tradiciones locales. “Colón avanza y lo hace con orgullo. Nuestros visitantes pueden ver la paz, el cuidado y el talento de nuestra gente”, afirma Aronátegui.
Con un presupuesto aprobado de 1,1 millones de dólares para operación y mantenimiento, el Centro de Arte y Cultura asegura su sostenibilidad y su papel como vitrina cultural de la provincia. Su patronato incluye al Ministerio de Cultura, la Autoridad de Turismo, la Alcaldía de Colón, la CONAMO y representantes de la sociedad civil, garantizando autonomía y eficiencia.



