Zohran Mamdani, el nuevo alcalde electo de Nueva York, pasó de ser un legislador regional prácticamente desconocido al líder de la urbe más grande de Estados Unidos, aupado por una población que hoy salió en masa a votar, convencida por sus promesas progresistas o con ganas de cambio.
De hecho, queda por ver si los apoyos de Trump y Musk al número dos en la contienda, Andrew Cuomo, el exgobernador demócrata que intentaba resucitar su carrera tras dimitir en 2021 por acoso sexual, le ayudaron más a rascar votos moderados o a inclinar la balanza de los indecisos hacia Mamdani.
"Si usted está contento con la agenda de Donald Trump, si quiere ver más de la agenda migratoria de Steven Miller, si cree correcto que el hombre más rico del mundo domine la democracia para su propio beneficio, vote a Andrew Cuomo", dijo esta mañana Mamdani en MSNBC, con su indeleble sonrisa, aprovechando el momento.
El alcalde más joven de Nueva York, desde 1892, atacado frecuentemente por el veterano Cuomo por su falta de experiencia en campaña, señaló también que su juventud tenía dos alicientes: "La arrogancia de un sentido innato de la posibilidad" y la "humildad porque no lo sabes todo, y debes rodearte de expertos".
Tras la sorpresa que dio imponiéndose a Cuomo en las primarias demócratas, Mamdani defendió una campaña de soluciones progresistas al alto costo de vida en la Gran Manzana: autobuses gratuitos, cuidado infantil universal, viviendas asequibles y supermercados administrados por la ciudad con precios bajos.
Impuestos
El "qué" fue ampliamente recibido, pero el "cómo" generó recelos entre las élites: un 2 % más en impuestos a los residentes que ganen al menos un millón de dólares, y equiparar la tasa fiscal máxima para las empresas a la de Nueva Jersey, a un 11,5 %, con lo que espera recaudar unos 9.000 millones de dólares al año.
Aun así, con solo una fracción de los fondos electorales que ha recaudado su rival, con un apoyo a cuentagotas del Partido Demócrata, y sorteando calificaciones de 'comunista', 'populista' e incluso defensor de la 'yihad', como le espetó el candidato republicano Curtis Sliwa, Mamdani cumplió sus previsiones.
Y es que el izquierdista ha contado con el as bajo la manga de la población joven de Nueva York, en la que han calado tanto sus discursos y propuestas que ha formado un ejército de voluntarios dispuestos a correr la voz sobre él en las calles y las redes sociales, en total unas 100.000 personas, según su campaña.
"Estas son las manos que nos han llevado al punto de hacer historia en esta ciudad. Hacer historia para enseñar que, cuando te centras y luchas por la gente trabajadora, puedes, de hecho, rehacer la política del lugar que llamas hogar", les dijo en la noche del lunes el político, que empezó en el activismo durante la universidad.
Primer alcalde musulmán
Otro hito que se anota es ser el primer alcalde musulmán, faceta que expuso con orgullo y también fue diana de acusaciones de extremismo islámico, que él rechaza como islamofobia, y de antisemitismo, que también niega, por su crítica abierta al Gobierno de Israel y su apoyo a los palestinos.
Está por verse si Mamdani conseguirá ejecutar sus políticas bajo las amenazas de Trump, que intentó disuadir a sus votantes diciendo que lo arrestaría y deportaría, ya que es un inmigrante de Uganda nacionalizado estadounidense, que obstaculizaría la entrega de fondos federales, e incluso que "tomaría" la ciudad.
El ya alcalde, por su parte, suavizó su tono combativo desde sus inicios y, si bien ayer dijo que todo eso "son amenazas, no la ley", afirmó en su primer debate electoral que le plantaría cara a Trump pero estaba dispuesto "no solo a hablar con él, sino a trabajar si eso significa cumplir (con la promesa de) bajar el costo de vida" para los neoyorquinos.





