El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó el miércoles que su operación militar en Ucrania es un "éxito", y que no dejará que este país se convierta en una "plataforma" para "acciones agresivas" contra Rusia.
El mandatario consideró sin embargo que las sanciones y condenas occidentales que golpean al gobierno de Rusia, a su economía y a su cultura son comparables a las persecuciones contra los judíos y que los países occidentales están actuando de "manera odiosa".
"Se imponen paralelismos con los pogromos antisemitas", dijo.
Vladimir Putin prometió ayudas financieras a los particulares y a las empresas para hacer frente a las medidas punitivas y aseguró que la "guerra relámpago" económica contra su país "fracasó".
Una vez más, el mandatario estimó que no tenía opciones frente a Ucrania. "No teníamos simplemente opciones para resolver el problema de manera pacífica", dijo, subrayando que tenía "razones para creer" que "componentes de armas biológicas" estaban desarrollándose en territorio ucraniano.
También manifestó que ya no se podían tolerar "los años de intimidación de la población del Donbás", región rusófona del este de Ucrania, donde las autoridades hacen frente a los rebeldes separatistas prorrusos desde 2014.
Según Putin, el inicio de una ofensiva ucraniana contra el Donbás y Crimea, territorio que Moscú se anexionó en 2014, "era cuestión de tiempo".
"No teníamos otra opción para defendernos (...) no permitiremos que Ucrania sirva de plataforma para acciones agresivas contra Rusia", dijo.