Donald Trump afirmó el jueves que Estados Unidos es "un cubo de basura" debido a la política migratoria de su rival Kamala Harris, quien contó con la ayuda del expresidente Barack Obama y del roquero Bruce Springsteen para intentar desempatar las encuestas.
El expresidente republicano ha endurecido, si cabe, su retórica antimigrante durante un mitin en Arizona, uno de los siete estados que pueden decidir el resultado de los comicios.
"Kamala Harris ha orquestado la traición más atroz (...) ha erradicado nuestra frontera soberana, y ha desatado un ejército de bandas de migrantes que están librando una campaña de violencia y terror contra nuestros ciudadanos", acusó Trump.
Los migrantes "vienen de 181 países (...) somos un vertedero. Somos como un cubo de basura para el mundo", afirmó a la muchedumbre. "Es la primera vez que digo cubo de basura pero ¿saben qué? Es una descripción muy acertada".
Se supone que Trump iba a hablar de la vivienda, pero ni lo mencionó.
Enumeró por el contrario las principales medidas de lo que será su política migratoria si gana los comicios.
10.000 agentes fronterizos
El magnate resucitará el programa Quédate en México, introducido por él para que los migrantes esperen el desenlace del proceso migratorio del otro lado de la frontera, y prohibirá las ciudades santuario, que protegen a los migrantes de la expulsión.
Promete contratar 10.000 agentes fronterizos, subir el sueldo a los existentes y suprimir "todos los beneficios federales y de asistencia social para los migrantes ilegales" porque así, según él, "ya no vendrán".
El republicano de 78 años, que en el pasado dijo que los migrantes "envenenan la sangre del país", insiste en que, si gana, llevará a cabo una deportación masiva e invocará una ley de 1798 para acelerar las expulsiones de los miembros de las pandillas Tren de Aragua y MS-13.
La usa desde hace años como metáfora sobre la migración, lo que equivale a comparar a los migrantes con serpientes traicioneras.