La atención del Congreso de Estados Unidos se centraba este martes en TikTok, Snapchat y YouTube, que, como Facebook, son acusados de perjudicar la salud mental y física de los niños al exponerlos a modelos de vida irreales y a publicidades inapropiadas.
Pero Facebook y su aplicación Instagram no tienen el monopolio de la infelicidad de los adolescentes, según replicaron los legisladores.
"Ser diferente de Facebook no es una defensa", dijo el demócrata Richard Blumenthal. "Queremos una carrera hacia la cima, no hacia el fondo".
La audiencia en el Congreso se produce unas semanas después de que Frances Haugen denunciara a Facebook ante la misma comisión de Comercio.
Esta ex ingeniera de Facebook reveló, con documentos de apoyo, que el gigante de las redes sociales era consciente de los efectos nocivos que sus servicios producían en algunos de los adolescentes que los utilizan, según su propia investigación interna.
Según Haugen, el grupo californiano está anteponiendo el beneficio económico al bienestar de sus usuarios, una frase que ahora es muy utilizada por un gran número de oenegés y legisladores.
"Más pares de ojos significa más dólares. Todo lo que se hace es para añadir usuarios, especialmente niños, y mantenerlos dentro de sus aplicaciones", dijo Blumenthal.
El senador relató historias de padres impotentes ante las experiencias que tienen sus hijos en las redes, como la de una madre cuya hija fue "inundada con vídeos sobre el suicidio, las autolesiones y la anorexia porque estaba deprimida y buscaba contenidos sobre estos temas".
Sus colegas también cuestionaron las opciones de las plataformas en cuanto a la edad mínima, los métodos de moderación de contenidos (humanos y/o algorítmicos) y la protección de la privacidad.