La mayoría oficialista en el Senado de México aprobó este jueves una polémica reforma electoral que reduce el presupuesto y estructura del órgano electoral, lo que según opositores atenta contra la independencia de esa institución, a la que el presidente Andrés Manuel López Obrador acusa de ser onerosa. La propuesta fue aprobada por 68 votos a favor y 50 en contra tras una sesión maratónica que comenzó el miércoles.
La reforma, criticada por la oposición, las autoridades electorales y especialistas, reduce la estructura y presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE), el órgano autónomo encargado de organizar las elecciones en México y al que López Obrador ha acusado de ser oneroso y de haber tolerado fraudes en el pasado.
El miércoles, los miembros del instituto advirtieron que los cambios que discutía el Legislativo tienen "deficiencias que ponen en peligro la operación de los procesos electorales".
También advirtió que recurrirá a todas las instancias jurídicas para "seguir garantizando elecciones libres y auténticas", lo que implicaría que tanto el INE como la oposición recurran a la Suprema Corte de Justicia para impugnar la reforma.
La discusión del llamado "plan B" de reforma electoral viene después de que fuera rechazada una propuesta del presidente que modificaba la Constitución para así impulsar profundas modificaciones al INE y reducir los escaños en el Congreso bicameral.
Esa propuesta buscaba que los consejeros y ministros electorales fueran electos por voto directo y no por el Legislativo. También reducía de 500 a 300 los diputados y de 128 a 96 los senadores.
El presidente López Obrador aplaudió este jueves la aprobación de la reforma aunque lamentó que no sea de calado constitucional.
En el marco de la discusión de la reforma electoral se realizó una multitudinaria marcha el 13 de noviembre en contra de la propuesta del presidente, quien dos semanas después encabezó otra manifestación con las calles colmadas por sus simpatizantes.