El Pueblo Británico salió a las calles el sábado para protestar contra la crisis del coste de la vida, mientras el gobierno asume mal su política presupuestaria después de una semana de caos en los mercados. La inflación está en su punto más alto, la libra esterlina está en su punto más bajo y la preocupación aumenta a medida que se acerca el invierno.
"Apoyen las huelgas", "Congelen los precios, no las personas" o "Impuestos para los ricos", se podía leer en las pancartas de los manifestantes en Londres, que acudían al llamamiento de varias organizaciones hacia Westminster, en el centro de la capital.
La gente "está harta", dice Lily Holder, una manifestante de 29 años en Londres.
El invierno --que se anuncia duro para muchos británicos que tienen dificultades para pagar las facturas-- "demostrará la verdadera crueldad de nuestro gobierno", según ella.
Huelga de trenes
Los ferrocarriles británicos estaban prácticamente parados el sábado después de que los principales sindicatos ferroviarios convocaran una nueva jornada de movilización colectiva, la huelga más importante del año, para pedir un aumento de los salarios frente a una inflación récord.
Es la primera vez este año que cuatro sindicatos de transportes --RMT, Unite, Aslef, TSSA-- se coordinan para una jornada de acción común.
Solo 11% de los trenes circulará en el país, con muchas regiones sin servicio.
El secretario general de RMT, Mick Lynch, pidió disculpas a los usuarios en la BBC por los trastornos esperados y justificó la huelga.
A pesar del anuncio de una congelación del límite máximo de los precios de la energía, se han duplicado en un año y el gobierno, en funciones desde hace menos de un mes, es más impopular que nunca.
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La huelga podría interrumpir la llegada a Londres de los aficionados del Arsenal y Tottenham el día del derbi entre los dos clubes de fútbol del norte de Londres.
También interviene en la víspera del lanzamiento en Birmingham del congreso anual del Partido Conservador y el domingo tiene lugar el maratón de Londres, que atrae a decenas de miles de personas a la capital británica.
La mayoría de los británicos recibieron fríamente el "minipresupuesto" presentado por el gobierno la semana pasada. Los anuncios también sacudieron a los mercados y redujeron la libra esterlina a su nivel más bajo, lo que provocó la intervención del Fondo Monetario Internacional y del Banco Central.
Varios sindicatos del Pueblo Británico, entre ellos representantes ferroviarios, habían anunciado una tregua en su movilización luego de la muerte de la reina Isabel II, pero las acciones se reanudaron desde entonces.
La semana que viene tendrán lugar más huelgas en los trenes y el metro de Londres.