El papa Francisco, que se recupera de una larga hospitalización por una neumonía, realizó este jueves 10 de abril una visita sorpresa a la Basílica de San Pedro, después de reunirse el miércoles con el rey Carlos III y la reina Camila.
El papa argentino entró en la tarde del jueves en la basílica en silla de ruedas para observar la restauración del edificio y saludó a los trabajadores y a algunos peregrinos presentes, reportó Vatican News.
El papa no vistió su tradicional traje blanco, sino una camiseta de manga larga, pantalones negros y un poncho a rayas, mostró un vídeo difundido por la agencia de noticias ANSA.
En las imágenes se ve al pontífice que respira con la ayuda de una cánula de oxígeno saludando a un niño.
Cuando una de las restauradoras lo vio, Francisco les hizo señas para que se acercaran.
La restauradora respondió que sentía que sus manos estuvieran frías, pero el papa quiso estrechárselas de todos modos, informó la agencia.
"Demasiada emoción"
Monseñor Valerio Di Palma, canónigo de San Pedro, afirmó que sintió "demasiada emoción".
Francisco se dirigió a la tumba del papa Pío X para rezar y después volvió a la residencia de Santa Marta.
Rey Carlos
El papa se reunió en una audiencia privada el miércoles con el monarca británico y su esposa, que están de visita en Italia. El encuentro había sido cancelado en un principio debido a la débil salud del pontífice.
El Vaticano publicó la mañana del jueves una foto del encuentro.
"Durante este encuentro, el papa expresó sus mejores deseos a Sus Majestades con motivo de su aniversario de bodas, y le deseó una pronta recuperación" a Carlos III, quien sufre de cáncer.
El rey británico lleva más de un año de tratamiento por un cáncer cuya naturaleza no ha sido revelada.
Después de experimentar los "efectos secundarios" de su tratamiento, el monarca, de 76 años, fue hospitalizado brevemente el 27 de marzo y guardó reposo unos días antes de retomar sus compromisos el 1 de abril.
Francisco fue dado de alta el 23 de marzo y pese a que los médicos le recomendaron descansar y mantener una actividad reducida durante dos meses, el jesuita argentino realizó una inesperada aparición en la Plaza de San Pedro el domingo pasado al final de una misa para saludar y bendecir a los fieles.
El Vaticano informó el martes que la voz y la movilidad de Francisco están mejorando, lo que aumenta las expectativas de que pueda participar en las ceremonias de la Semana Santa.