El descubrimiento de fosas comunes en Bucha, cerca de Kiev, Ucrania, planteó serias dudas sobre posibles crímenes de guerra, afirmó el domingo la ONU y pidió se preserven todas las pruebas.
Funcionarios ucranianos dijeron el sábado que cerca de 300 cuerpos habían sido enterrados en fosas comunes.
Reporteros de la AFP vieron al menos 20 cadáveres, todos vestidos de civiles, esparcidos en una sola calle.
La oficina de derechos humanos de la ONU dijo que su personal en el terreno aún no había podido verificar los números o los detalles informados por los funcionarios en Ucrania.
Sin embargo señaló que "estamos muy preocupados por las fotos y videos disponibles, incluidas imágenes de cuerpos con las manos atadas a la espalda".
"Civiles que fallecieron por causas naturales, infartos u otras condiciones de salud provocadas por el estrés y la falta de acceso a medicamentos y ayuda médica durante el último mes, también podrían estar entre los hallados muertos en las calles de la localidad", añadió el comunicado.
Pero ante la posibilidad de que se hayan cometido crímenes de guerra, es importante "exhumar e identificar todos los cuerpos".
Esto es vital "para que los familiares puedan ser informados y que se establezca la causa exacta de la muerte para ayudar a garantizar la rendición de cuentas y la justicia".