La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió mantener el nivel de alerta máxima para la viruela del mono, pese a una pronunciada reducción de casos en Europa y América, indicó el martes la entidad.
Otras razones para no bajar la guardia son la falta de medios de los países pobres o el riesgo de "estigmatizar a las poblaciones de riesgo", agregaron los expertos, que se reunieron el 20 de octubre.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, activó el 23 de julio su máximo nivel de alerta para tratar de contener la propagación de la viruela del mono.
La enfermedad, que es endémica en países de África occidental, provoca erupciones cutáneas, que pueden aparecer en los órganos genitales o en la boca, y ser acompañada por accesos de fiebre, dolores de garganta o de los ganglios linfáticos.
Las autoridades sanitarias constataron a partir de mayo brotes en Estados Unidos y Europa.
En la mayoría de los casos, los pacientes son hasta el momento hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, relativamente jóvenes.
La OMS advirtió desde entonces contra los estigmas y las discriminaciones e insistió en que la transmisión podía afectar a otros sectores de la población.
De hecho, se registraron casos de mujeres y niños (fuera de la zona endémica).
Hasta el 31 de octubre, se habían registrado 77.264 casos en 103 países, con un total de 36 muertos, según la OMS.
En la semana del 24 al 30 de octubre, el número de nuevos casos se redujo en un 40,7% en todo el mundo.