La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la ministra de salud de Uganda anunciaron el miércoles el fin de la epidemia del Ébola en este país africano, menos de cuatro meses después de su inicio y tras 55 muertos.
Según los criterios de la OMS, se considera que un brote terminó cuando no se han registrado nuevos casos durante 42 días consecutivos, el doble de días que toma la incubación de la enfermedad.
El brote se declaró en Mubende el 20 de septiembre y posteriormente se propagó por toda esta nación del este de África, de 47 millones de habitantes, dejando 55 muertos.
Por ahora no existe vacuna para esta enfermedad, pero tres vacunas experimentales se están probando en el país.
Uganda ha sufrido siete brotes de Ébola, cinco de ellos causados por la denominada cepa "sudanesa", declaró la ministra de Salud, quien añadió que el origen del brote del pasado mes de septiembre "aún se desconoce".
El ébola es una fiebre hemorrágica viral a menudo mortal. Debe su nombre a un río de la República Democrática del Congo (RDC) donde se descubrió en 1976.
Uganda ha sufrido seis brotes de Ébola, el último en 2019. Cuatro de ellos fueron causados por la denominada cepa sudanesa.
El virus se transmite por los fluidos corporales. Sus síntomas habituales son fiebre, vómito, hemorragia y diarrea.
Las personas infectadas se vuelven contagiosas tras la aparición de los síntomas, después de un periodo de incubación de 2 a 21 días.
La enfermedad tiene seis cepas diferentes, tres de las cuales ya han causado grandes epidemias.
Las epidemias son difíciles de contener, especialmente en las zonas urbanas.