El jefe del Estado Mayor de Israel, Eyal Zamir, visitó este martes a las tropas que maniobran en la ciudad de Gaza tras lanzar su operación terrestre contra la capital, defendiendo la invasión como un "paso importante" en la misión "ética" de rescatar a los rehenes en la Franja.
El alto mando militar confirmó que el Ejército profundizó sus operaciones a última hora del lunes hacia el núcleo de la capital gazatí y encomendó a las tropas la misión de acabar con la brigada de las milicias locales en la ciudad.
Zamir se reunió allí con militares, tanto regulares como reservistas, de la División 98, que forma parte de la invasión a la capital, pero que en los últimos dos años ha operado en otros frentes de confrontación de Israel, como el sur de Líbano.
Sin embargo, el diario israelí Yedioth Ahronot recogió el lunes declaraciones del jefe del Estado Mayor en la Comisión de Inteligencia del Parlamento nacional en las que este denunciaba que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, no informaba con antelación a las fuerzas armadas de las próximas etapas de la guerra.
En agosto, cuando el mandatario anunció su intención de invadir la ciudad de Gaza, la prensa israelí reveló las discrepancias entre Zamir y Netanyahu al respecto.
El Ejército se oponía a la operación contra la capital ya que consideraba que pone en riesgo a los rehenes que siguen allí cautivos.
Las milicias palestinas mantienen aún 48 rehenes en la Franja de Gaza, de los cuales Israel estima que 20 siguen con vida.
Negociaciones
Las negociaciones del alto el fuego en Gaza entre Hamás e Israel permanecen estancadas, especialmente desde que el Estado hebreo bombardeó la residencia de la delegación negociadora de los islamistas en Doha, matando a cinco miembros de la organización (que no participaban en las conversaciones).
En la noche del lunes, cuando se anunció el inicio de la operación israelí, familiares de los cautivos y manifestantes acudieron a la residencia de Netanyahu en la calle Gaza de Jerusalén para protestar contra ella.
Una comisión independiente de la ONU, relatores de derechos humanos, organizaciones internacionales y un creciente número de países califican como un genocidio la ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, en la que han muerto cerca de 65.000 personas, entre ellas más de 19.000 niños.