Camiones cargados con ayuda humanitaria de primera necesidad para Gaza recorrieron por primera vez el muelle flotante construido por Estados Unidos hasta el asediado enclave, en un momento en que las restricciones impuestas por Israel en los pasos fronterizos y los intensos combates dificultan la llegada de alimentos y otros productos básicos a la población.
Pero Estados Unidos y los grupos humanitarios han advertido que el muelle no sustituye al envío por carretera de los alimentos, el agua y el combustible que se necesitan en Gaza. Antes del inicio de la guerra, Gaza recibía, en promedio, más de 500 camiones con ayuda al día.
El éxito de la operación sigue estando en duda debido al riesgo de un ataque insurgente, a los obstáculos logísticos y a la creciente escasez de combustible para los camiones debido al bloqueo fronterizo impuesto por Israel tras la incursión de Hamás el 7 de octubre en el sur del país, que dejó 1.200 muertos y unos 250 rehenes. Desde entonces, la ofensiva israelí se ha cobrado la vida de más de 35.000 palestinos, de acuerdo con las autoridades de salud locales. Cientos de personas más han muerto también en Cisjordania.
Las agencias de ayuda señalan que los alimentos se agotan y que hay cada vez menos combustible en el sur de Gaza, mientras que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU dijeron que ya hay una hambruna en el norte de Gaza.