Las agencias de Inteligencia del Gobierno de Estados Unidos llegaron a la conclusión que el presidente ruso, Vladímir Putin, “probablemente” no ordenó la muerte del opositor ruso Alexéi Navalny, según informaron medios estadounidenses.
En un informe que, según el diario The Wall Street Journal, ha sido distribuido en varias agencias del Gobierno de Estados Unidos, no se exime de culpa a Putin, pero sí se afirma que él no fue quien ordenó directamente acabar con la vida del opositor.
El mandatario Joe Biden responsabilizó directamente a Putin de la muerte de Navalny y su Gobierno impuso varias sanciones a Rusia como represalia por ello.
Al presidente se le preguntó en una rueda de prensa si pensaba que el fallecimiento del opositor ruso fue un “asesinato”, ante lo que respondió: “No sabemos exactamente qué ha pasado, pero no hay duda de que la muerte de Navalny es consecuencia de algo que hicieron Putin y sus matones”.
Según los servicios penitenciarios rusos, Navalny, de 47 años, falleció después de sentirse mal tras dar un paseo en la cárcel donde estaba recluido y, aunque los servicios médicos intentaron reanimarlo “durante más de media hora”, acabó perdiendo la vida.
En diciembre del año pasado, Navalny fue trasladado desde una cárcel en la región de Vladímir, a menos de 200 kilómetros de Moscú, hasta una prisión en Jarp, en el círculo polar Ártico, cerca de la cordillera de los Urales.
Navalny había sobrevivido en 2020 a un intento de envenenamiento con el agente químico Novichok y su salud había sido motivo de creciente preocupación después de que se declarara en huelga de hambre entre marzo y abril de 2021, semanas en las que perdió mucho peso.