China no quiere ser "afectada" por las sanciones occidentales contra Rusia, declaró el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, citado por la agencia noticiosa estatal, en medio de la creciente presión para que Pekín retire su apoyo a Moscú.
Agregó que su país "siempre se ha opuesto al uso de sanciones para resolver problemas, mucho menos sanciones unilaterales que no tienen sustento en el derecho internacional".
A casi tres semanas de la incursión de tropas rusas a Ucrania, las fuerzas de Moscú han bombardeado y sitiado varias ciudades.
Los combates han dejado miles de muertos e infraestructura destruida, al tiempo que llevó a millones de personas a salir de Ucrania.
Los comentarios de Wang fueron publicados luego de una reunión de siete horas entre autoridades estadounidenses y chinas en Roma, donde Washington expresó su preocupación por el "alineamiento" entre Rusia y China.
Moscú y Pekín se han acercado recientemente, lo que para Washington es una alianza crecientemente hostil de esas potencias autoritarias.
Pekín se ha negado a condenar abiertamente las acciones de Moscú en Ucrania, y la prensa estadounidense informó que Rusia pidió ayuda militar y económica a China para hacerle frente a su campaña militar y las duras sanciones occidentales.
En la reunión del lunes en Roma, el diplomático chino Yang Jiechi reafirmó la postura de su país de que Pekín "está comprometida con la promoción de las conversaciones de paz", informó la agencia noticiosa oficial Xinhua.
China pidió entonces a todas las partes ejercer la "máxima moderación" y "proteger a los civiles" en la crisis ucraniana.
Washington espera que Pekín use su influencia sobre Putin.