Eduardo Leblanc, defensor del pueblo, detalló la situación actual en Panamá respecto a la llegada de más de 299 personas expulsadas de Estados Unidos. Según el defensor, las autoridades panameñas están trabajando para garantizar un tratamiento adecuado de los migrantes, que llegaron en su mayoría a través de vuelos de la Fuerza Aérea, y que no lo hicieron de forma voluntaria.
Este análisis incluiría posibles permisos humanitarios, estatus temporales o la opción de ser considerados "no admitidos", lo que implica que no podrían permanecer en el país.
Según el defensor, las personas bajo la categoría de "no admitido" serían retenidas en centros de migración hasta que se concrete su repatriación, mientras que aquellos que reciban permisos especiales podrían estar bajo vigilancia de la policía migratoria. También se planteó que el estatus otorgado dependerá de la situación particular de cada individuo y de las leyes internacionales de refugio.
Leblanc también abordó el tema del asilo, indicando que, a pesar de las declaraciones del Ministro de Seguridad, la ley establece que si una persona cumple con los requisitos para solicitar asilo, el gobierno debe concederlo.
Derechos humanos de los migrantes
El defensor hizo hincapié en la necesidad de tratar con respeto los derechos humanos de las personas migrantes, en especial en la provincia de Darién, que enfrenta serios problemas de infraestructura, como escasez de agua y la falta de un hospital funcional. Según Leblanc, la situación social y económica de esta región se ve aún más afectada por el aumento de migrantes.
En cuanto a la repatriación de aquellos que desean regresar a sus países de origen, Leblanc señaló que la OIM (Organización Internacional para las Migraciones) está facilitando la compra de boletos de avión y la coordinación con otros países para facilitar el retorno de estas personas. Sin embargo, la situación sigue siendo compleja, ya que muchos migrantes no cuentan con documentos de identificación.
A pesar de los desafíos, el defensor resaltó que Panamá sigue comprometido con los convenios internacionales de protección a los migrantes y aseguró que el país está trabajando para garantizar un trato humano y respetuoso a estas personas, al mismo tiempo que enfrenta los retos logísticos y sociales que conlleva este flujo migratorio.
La situación continuará evolucionando, y se espera que en los próximos días se tomen decisiones clave respecto al estatus migratorio y la repatriación de las personas afectadas.