El reconocido experto internacional en minería responsable, Martín Carotti, aseguró que la empresa Minera Panamá debe apuntar a que el cierre de la mina se convierta en una eventual suspensión para construir ese vínculo y en un futuro poner la mina en producción.
De ser el concesionario de la mina el experto destacó que se comunicaría más con la comunidad y tomaría las precauciones de socializar previamente con la comunidad y transparentar más el tema, no porque sean malas sino porque a veces la minería ha creído que tratando de pasar desapercibida llama menos la atención y eso es un error porque los mineros deben salir orgullosamente a defender su actividad.
Carotti considera que el Estado Panameño es quien debería pagar hasta 800 millones de dólares por el cierre de la mina, sin haber generado el flujo de caja de producción para realizar esa inversión. Según sus cálculos estos pagos pueden durar más de una década ya que una vez cerrada la mina se siguen haciendo monitoreos para ver si todo está estable para ver si no hay efectos químicos sobre las áreas que se restauraron.
El experto en minería visitó Panamá para compartir sus conocimientos y experiencias con el público panameño, en un momento crucial para el país como son las próximas elecciones. Durante su visita, abordó con los medios comunicación, líderes de opinión y equipos presidenciales los siguientes temas:
- Mitos y realidades de la industria minera
- Experiencia de otros países del mundo en procesos de aceptación y adaptación a la industria.
- Minería y sostenibilidad ambiental y social como una realidad.
Martín Carotti es geólogo de la Universidad de Buenos Aires. Desde 1983, comunicador, consultor internacional experto en minería responsable. Ha trabajado en minería desde principios de los años 80, participando en el inicio de varios proyectos de exploración, desde hace más de 14 años se dedica a comunicar sobre la minería bien hecha, como una herramienta de desarrollo.
Cuenta con experiencia en gráfica, radio y televisión, su material de divulgación tiene repercusión y es reproducido en toda Latinoamérica.