En un hecho sin precedentes, Israel enfrenta un juicio histórico en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) tras 76 años. La máxima instancia judicial de las Naciones Unidas deberá determinar si el Estado de Israel está cometiendo genocidio en la Franja de Gaza, marcando un capítulo crítico en el prolongado conflicto entre ambas partes.
En respuesta a las acusaciones presentadas ante la CIJ, Israel ha rechazado categóricamente los cargos, calificándolos de "infundados". El país sostiene que sus acciones están destinadas a proteger la seguridad nacional y garantizar la integridad de sus fronteras. Mientras tanto, la comunidad internacional observa atentamente este juicio histórico que podría tener implicaciones duraderas para la región y el panorama geopolítico mundial.
Jakin Mandelblum, jefe de misión adjunto de la embajada de Israel en Panamá, ha expresado fuertes acusaciones sobre la ayuda humanitaria destinada a Gaza, alegando que no está llegando a quienes más la necesitan debido a la intervención de Hamás.
Según Mandelblum, existen evidencias visuales, en forma de filmaciones, que muestran a miembros de Hamás robando suministros destinados a la población civil con el fin de llevarlos a sus propios lugares de operación. Mandelblum también señaló la existencia de un sistema de túneles utilizado por Hamás para este propósito.
Estas denuncias añaden una capa adicional de complejidad al ya tenso conflicto en la región, planteando interrogantes sobre la efectividad de los esfuerzos internacionales para proporcionar ayuda directa a la población afectada. Se espera que estas alegaciones sean investigadas y abordadas por las autoridades pertinentes y las organizaciones internacionales involucradas en la distribución de ayuda humanitaria en la zona.
Afirmó que Hamas ha demostrado un interés particular en el uso de secuestros con el objetivo de generar un impacto psicológico, sembrando el miedo y la inseguridad entre la población. Además, denuncian que el grupo no ha otorgado ningún derecho a aquellos que están bajo su custodia, privándolos de condiciones humanitarias mínimas y acceso a la asistencia médica necesaria.
Expresó su frustración ante la falta de acceso de la Cruz Roja Internacional para evaluar las condiciones de los secuestrados. "Hemos pedido constantemente a la Cruz Roja que visite y pueda ver cómo están los secuestrados, y eso no ha ocurrido en contra de toda forma de derecho internacional. Es como si el derecho de los secuestrados para el mundo no importa".
Destacó que Israel no desea tener el control de civiles en Gaza, pues se retiraron desde el 2005. El problema inició en el 2006 cuando Hamas tomó el control del lugar.