La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alertó sobre el incremento de personas que cruzan la selva del Darién, un negocio que está en las manos de criminales y redes internacionales, convirtiéndolo en un problema de toda la región. Se trata de un problema humanitario y de seguridad que no solo afecta a Panamá y Colombia.
"Tenemos que trabajar de la mano con las autoridades, las organizaciones internacionales y mirar la situación de una manera más amplia porque la gente sigue llegando y no es una crisis de corto plazo, este ya es un año récord en cifras al igual que el año anterior", informó.
La OIM asegura que se debe fortalecer la cooperación con todos los países de la región para buscar soluciones y recursos en conjunto con los organismos internacionales y un plan de acción común.
Los migrantes que están llegando vienen de: China, India, Pakistán, Ecuador, Venezuela, Haití, Colombia y otros países.
Crimen organizado y migración segura
En estos momentos no existe una migración segura y el reto número uno de las autoridades es combatir el crimen organizado.
"Son redes internacionales bien organizadas que llegan hasta China e India y están trayendo los migrantes hasta Panamá", explicó Loprete.
Las redes criminales se están aprovechando de la crisis humanitaria, a pesar de las medidas y nuevas regulaciones de Washington. Cada día ingresan por la selva de Darién entre 2,500 y 3,000 personas.
El Gobierno Nacional lanzó la campaña mediática “Darién no es una ruta, es una jungla” para desincentivar el flujo migratorio de irregulares por el Darién mostrando la realidad a lo que se enfrentan quienes emprenden esta peligrosa travesía.