El presidente del Consejo Empresarial Logístico (Coel), Alberto López Tom, apuesta por un ministerio de transporte y logística capaz de solventar las necesidades del sector logístico, que escuche las necesidades y cree una sinergia que impulse la conectividad y las rutas que ofrece Panamá al mundo, antes de que la competencia se ponga las pilas y nos robe el mandado.
El gobierno de Panamá tiene sus limitaciones y entonces es donde las propuestas del sector logístico pueden chocar.
Indicó que el Gobierno de Panamá precisó que tiene limitaciones presupuestarias, pero destacó que no se pueden conformar con eso. "Tenemos que llamar la atención de gobierno". Aceptó que a pesar de esto hay proyectos que se están realizando en el sector logístico.
La comunicación fue uno de los canales más afectados entre el Gobierno de Panamá y el sector logístico.
¿Debería estar el sector logístico en el Ministerio de la Presidencia?
"Mi opinión es que el Gabinete Logístico era una muy buena idea cuando se instaló. Pero el desarrollo que ha tenido demanda nuevas estructuras por parte del Gobierno de Panamá. Parte del problema del Gabinete es un tema coordinación, pero al final la implementación depende de cada institución que lo conforma (son 23). Rojas no puede darle una orden a otro ministro para que haga algo, tal vez no tiene dinero. Ahí entramos en la mejora de institucionalidad del sector. Panamá demanda un ministerio de transporte y logística que pueda planificar y ejecutar políticas y proyectos macro para no depender de 23 instituciones, lideradas por el Gobierno de Panamá, que si se atrasa una atrasa a todas", señaló el vocero.
Qué opina de la ley de cabotaje, ¿cree que tiene como propósito beneficiar a un grupo de empresarios, como dicen?
En el sector logístico hay miembros a favor y en contra de la ley. Si me preguntas a título personal, el problema con la ley de cabotaje para Panamá es que no es cónsona con la política en materia de inversión extranjera. Hemos salido a atraer empresas para que se establezcan aquí en Panamá y ahora estamos cambiando las reglas del juego, que eso lo puede hacer un país, pero involucra un cambio en la política de inversión extranjera. Lo que yo no veo cónsono es que se haga un cambio solo para un sector. A mí no me parece adecuado, pero hay opiniones contrarias.
¿Qué le pediría al presidente, ¿que sancione o no la ley?
Le pediría que la mire con mucho cuidado. La ley no es mala, pero tiene dos artículos muy problemáticos que son las restricciones al capital porque van en contra de la política de inversión extranjera y de tratados internacionales suscritos. Cuando menciono esto me dicen que no estoy pensando en los panameños, se debió haber pensado en eso cuando se negociaron esos tratados. Me parece que cuando traes una ley que la has tenido que aprobar sin consenso, no es una buena ley. Las buenas leyes son aquellas que nacen del consenso de todas las partes, y en este proceso no lo ha habido. El Gobierno de Panamá debe velar por un propuesta consensuada.