El grupo Maersk, uno de los mayores del mundo de transporte marítimo, ha anunciado que debido al bajo nivel de agua en el Canal de Panamá, utilizará un "puente terrestre" para transportar las mercancías por ferrocarril hasta el otro lado del istmo.
Basándose en los niveles de agua en el Lago Gatún actuales proyectados, la Autoridad del Canal de Panamá se ha visto obligada a reducir el número y el calado de las embarcaciones que pueden navegar por la vía acuática, señaló Maersk.
Esto implica que la ruta entre Oceanía y las Américas quedará divida ahora en dos "bucles", uno Atlántico y uno Pacífico.
Las embarcaciones que se hallan en el Pacífico atracarán en Balboa (Panamá), donde dejarán su cargamento con destino a la costa oeste de América del Norte o América Latina y recogerán contenedores con destino a Australia y Nueva Zelanda.
Al mismo tiempo, los buques del Atlántico realizarán la operación inversa en Manzanillo (Panamá).
Maersk aseguró a sus clientes que está haciendo "lo máximo posible para evitar que los retrasos se limiten al mínimo posible" y admitió que en estos momentos existen "algunos retrasos" en las rutas que se dirigen al sur del continente americano, mientras que las rutas hacia el norte que paran en Filadelfia y Charleston están funcionando con normalidad.