Para el economista Carlos Araúz, el cierre de la mina debe atender a la lógica económica, omitiendo sesgos políticos que comprometan el futuro del país. Así lo detalló el experto financiero en el segmento Conexión Financiera del noticiero ECO News.
Panamá podría arrepentirse
El Reino Unido es ejemplo de los irreversibles efectos de una decisión tomada por las razones incorrectas, ignorantes del impacto a futuro que la salida de la Unión Europea podría tener. Como resultado del declive en la imagen internacional, entre otros factores, aquellos que en 2016 apoyaron el Brexit, hoy se arrepienten.
Ante la ausencia de una consulta popular y a pesar de la expresa oposición del pueblo, se debe considerar la posibilidad de que esa supuesta mayoría, termine siendo víctima de su propio éxito.
Nuevo gobierno
Las decisiones que acompañen la llegada del nuevo gobierno de José Raúl Mulino, quien acertó al afirmar que el cierre de la mina es un tema complejo, serán determinantes para el sector económico y la deuda externa que registra Panamá.
Dejar de ser un país minero no es una cuestión que se deba tomar a la ligera.
¿Es la mina nuestro Brexit? por Carlos Araúz G.
En el Panamá de la polarización radical, de la Matrix binaria, donde si no estás de acuerdo conmigo, eres mi enemigo, te ruego un minuto para escuchar un par de ideas que es muy posible, te incomoden.
Corría al año 2016 y el Reino Unido tenía que decidir si se alejaba de la Comunidad Europea o se mantenía leal y fiel a la unidad. El pueblo británico votó a favor por un margen de 52% a 48% de que era el momento propicio para aislarse. Al investigar algunos ejemplos de referéndums en países desarrollados, como Noruega, Canadá o Suiza, usualmente lo que sucede con un voto en modo referéndum es que tiende a reafirmarse e incluso a ganar potencia en segmentos que lo adveraban.
Pues no en el Reino Unido con la decisión conocida como el Brexit. Resulta que en un sondeo realizado en los últimos dos años, la conclusión generalizada es que fue un error salir de la comunidad Europea y ahora un porcentaje tan alto como el 62% de la población se han cambiado de bando.
Y es que el Brexit ha tenido repercusiones negativas en la economía del Reino Unido y en las relaciones comerciales con la Unión Europea. No contentos con este inminente impacto, el empleo formal ha venido sufriendo los embates de la decisión, especialmente en segmentos como los financieros o el de producción manufacturera. Es hoy día evidente que la decisión de salirse de la comunidad europea respondió más a motivaciones políticas que económicas y en el proceso la percepción del Reino Unido a nivel global como un lugar sano y noble para hacer negocios ha cambiado de manera impresionante.
No estoy abogando por ir en contra de un mandato constitucional o de replantear la idea de Panamá como país minero. Pero no sería inusual si con más cautela, sin miramientos políticos, encontramos la mejor, reitero, la mejor y más sostenible manera de proceder con el cierre de la mina.
Lamentablemente, hay historias de terror en países vecinos que han procedido con clausuras desordenadas de operaciones mineras solo para crear desastres irreparables con decisiones tomadas a la ligera. ¿Será la mina y su cierre un Brexit panameño? No es un tema de arrepentimiento sobre el que: está claro que hay un mandato para no ser un país minero.
Pero los tiempos quizás nos obligan a evaluar los cómo de ese cierre para asegurarse que seguirá el más estricto control y que, en el proceso, se evitarán batallas legales que golpeen aún más la blandengue economía panameña.