De sancionar el presidente Laurentino Cortizo la Ley de Cannabis, sólo siete empresas tendrán la licencia para la producción, importación y comercialización del producto Medicinal. Tras 5 años de discusión y polémica, los diputados de la Asamblea Nacional aprobaron en tercer debate el proyecto de ley 153 que regula el uso medicinal y terapéutico del cannabis y sus derivados.
Panamá se perfila como el séptimo país de América en darle el visto bueno al cannabis, seguido de Chile, Perú, Paraguay, Puerto Rico, Argentina y Colombia.
La Asamblea Nacional acordó que se emitirán dos tipos licencias: una para la investigación y otra de comercialización por 150 mil dólares para 7 empresas, con vigencia de 5 años.
Los fondos recaudados se destinarán en un 40% para el Instituto de Salud Mental de Panamá, 40% a la Dirección Nacional de Farmacias y Drogas, 10% al Instituto Oncológico Nacional, y 10% al Programa Nacional para Estudio y Uso Medicinal del Cannabis.
Proceso aprobación en la Asamblea Nacional
Por un día sin dolor, fue la expresión contundente que alentó a la firma en tercer debate del proyecto de Ley 153 que reconoce el estatus legal del uso del Cannabis con propiedades medicinales y terapéuticas, consolidando una lucha de 5 años que abanderaron pacientes crónicos y de familiares de este grupo de personas.
La satisfacción se apoderó de la sesión que marca un antecedente de legalizar el cannabis medicinal un tema moderno y desconocido en su momento, pero que al final se arriesgó a la aprobación entendiéndose el derecho de las personas a vivir mejor.
El proyecto aprobado en la Asamblea Nacional es el resultado de discusiones nutridas y consensos donde participaron organizaciones de pacientes con enfermedades crónicas degenerativas, el Ministerio de Salud, la Dirección de Farmacias y Droga, el Ministerio de la Presidencia, el Ministerio Público y sus Fiscalías, MIDA, Ministerio de Seguridad y otros.
Concluyó en que este tema sensitivo e innovador en materia de salud derivó en permanentes consultas, viajes a países que poseen leyes relativas al uso de estos medicamentos y el aporte sustancial de la Mesa Técnica, que fue determinante para alcanzar la concordancia en todas las aristas legales para evitar el contrabando en un futuro.
Por su lado, Marie Millard, directora ejecutiva de la Fundación Luces Panamá, dijo que la aprobación de esta iniciativa en la Asamblea Nacional dará calidad de vida a los pacientes, en específico para personas con epilepsia que toman dos y tres medicamentos y no les funciona. Para ella, mejorará la calidad de niños con epilepsia refractaria y las condiciones de sus familiares que sufren a su lado.
El tratamiento con el cannabis medicinal es una terapia emergente para distintas patologías según Millard, como en casos de la esclerosis múltiple, náuseas inducidas por las quimioterapias, además de paliar los dolores crónicos.
Explicó que los medicamentos vendrían al país en presentación oral mediante cápsulas o gotas sublinguales. Le competerá al MINSA determinar las farmacias avaladas para realizar la venta y distribución, previo al pasar por estrictos controles sanitarios y de tener buenas prácticas de manufactura, elaboración, supervisión y monitoreo.
Asimismo, la Dra. Sandra Carrillo, especialista en medicina cannabinoide, expresó que el disponer de este tipo de medicamentos pone fin al viacrucis de cientos de familias, que se convirtieron en contrabandistas para poder aliviar el sufrimiento de sus hijos.
Resaltó que sólo en Panamá hay unas 50,000 personas con problemas de epilepsias y el 30% tienen epilepsia refractaria, que es la que no se controla con medicamentos tradicionales, pero ahora tendrán un alivio.
En el proyecto de Ley 153, iniciativa que fue abanderada en el seno del primer órgano del Estado por los diputados de la Asamblea Nacional, Crispiano Adames y Marcos Castillero, delega a las autoridades competentes velar por el mantenimiento de costos accesibles en cuanto a productos derivados de cannabis medicinal.
Adicionalmente, se establece que el Consejo Técnico de Cannabis tendrá a dos (2) representantes de organizaciones de pacientes con enfermedades crónicas degenerativas.
En cuanto a la importación de derivados del cannabis medicinal a los licenciatarios, se determinó una vigencia de dos (2) años a partir de la fecha de aprobación de la licencia y sólo podrá ser otorgada con el fin de suplir a los pacientes del Programa de uso de Cannabis y el mercado nacional por este periodo de tiempo.
La iniciativa prohibió, terminantemente, la comercialización de productos derivados de cannabis medicinal a domicilio o vía internet dentro del país.
En América Latina al menos siete países han dado luz verde al uso terapéutico y a falta de la sanción del Ejecutivo, Panamá se suma a este método de alivio o control del dolor y de avance en el desarrollo científico.