La Alcaldía de Bogotá, en Colombia, suspendió el ingreso de aficionados a los estadios de fútbol tras los incidentes que sostuvieron en las gradas algunos hinchas que, además, invadieron la cancha del estadio El Campín, durante el primer partido con público en año y medio de pandemia. Al menos tres personas resultaron heridas en los enfrentamientos que sostuvieron seguidores de Santa Fe y Atlético Nacional la noche del martes, según la alcaldesa, Claudia López.
"Es absurdo que con solo 8.300 personas que finalmente ingresaron al Campín después de 16 meses este sea el comportamiento (...) esto no tiene sentido", dijo el secretario de gobierno local, Luis Ernesto Gómez, citado en un boletín.
En vídeos difundidos por autoridades se ve a los hinchas invadiendo la cancha durante el entretiempo, mientras otros se enfrentan en las graderías con la policía cerca.
Algunos aficionados arrancaron las sillas para atacar a sus rivales.
Edison Romario, de 26 años, "fue golpeado brutalmente por unos hinchas del Nacional. Presentó trauma cráneoencefálico moderado y fractura en la nariz. Afortunadamente se encuentra fuera de peligro", informó el secretario Gómez.
Tres personas han sido detenidas, de acuerdo al primer balance de la alcaldía.
El partido por la tercera fecha del torneo Clausura-2021 del fútbol colombiano estuvo detenido durante más de una hora, debido a los desmanes. Sin embargo, el árbitro del juego, Carlos Betancur, decidió reanudarlo luego de que la policía tomara el control del campo y el público regresara a las tribunas.
Los equipos en los estadios se fueron al descanso con el marcador en cero. El visitante Atlético Nacional finalmente se llevó el triunfo con un gol en la segunda parte del volante Baldomero Perlaza.
Las principales ciudades colombianas han autorizado el regreso del público a eventos deportivos y culturales, cuando cede el pico más letal de la pandemia.
Con 50 millones de habitantes, Colombia con 121.500 fallecidos es el tercer país de América Latina con más muertos por covid-19 en proporción a su población (2.360 muertos por millón de personas), después de Perú y Brasil.