Londres, Reino Unido | AFP | jueves 07 de enero de 2021.
"La situación se intensifica muy rápidamente. La semana pasada vimos llegar 5.000 nuevos pacientes covid-19 a los hospitales, el equivalente a 10 hospitales llenos de pacientes con covid en sólo siete días", declaró a la BBC Chris Hopson, director de NHS Providers, organismo público encargado de abastecer los centros médicos.
"Estamos llegando a un punto en el que las camas de los hospitales están llenas", añadió, explicando que por ello están buscando camas disponibles en otros lugares, como en los geriátricos.
Incluso si el número de pacientes con covid-19 aumentara siguiendo las proyecciones más bajas, y el incremento de capacidad hospitalaria diera resultados, para el 19 de enero habría un déficit de 2.000 camas de cuidados generales e intensivos en los hospitales de Londres, afirmó el Health Service Journal, citando información proporcionada por el servicio de salud pública a los responsables de los hospitales.
Enfrentado a otra ola imparable de coronavirus desde el descubrimiento en diciembre de una nueva cepa aparentemente más contagiosa, el Reino Unido registró el miércoles 1.041 nuevas muertes, igualando niveles del pico de abril.
Con un total de 77.346 fallecidos, vuelve a ser el país de Europa más castigado por la pandemia, superando a Italia, y el miércoles registró 62.322 nuevos positivos.
El gobierno de Boris Johnson, muy criticado desde el principio de la crisis sanitaria por sus políticas erráticas, centra ahora su estrategia en el confinamiento impuesto el martes a Inglaterra y en una fuerte aceleración de la campaña de vacunación que fue el primero de los países occidentales en lanzar, el 8 de diciembre.
Desde entonces ya se ha inoculado a más de 1,3 millones de personas con las vacunas desarrolladas por Pfizer/BioNTech y AstraZeneca/Oxford.
Y el ejecutivo se ha marcado el objetivo de haber cubierto a mediados de febrero a todos los mayores de 70 años, además de a los trabajadores sanitarios, casi 14 millones de personas.
Pero, de momento, la situación es "peor que en la primera ola y está resultando mucho más difícil de gestionar", dijo a la BBC Rupert Pearse, especialista en cuidados intensivos del Royal London Hospital.
"A menos que nos tomemos en serio el confinamiento, el impacto en la atención sanitaria de todo el país podría ser catastrófico", advirtió.
FUENTE: Agencia AFP