Ciudad de Panamá, Panamá | AFP | 24 Enero 2019
"La iglesia, gracias a su universalidad, puede ofrecer esa hospitalidad fraterna y acogedora para que las comunidades de origen y las de destino dialoguen y contribuyan a superar miedos y recelos, y consoliden los lazos que las migraciones, en el imaginario colectivo, amenazan con romper", afirmó el pontífice en un discurso ante los obispos centroamericanos en Panamá.
La migración es forzada por conflictos políticos y penurias económicas, pero también por una larga lista de problemas sociales, incluida una "plaga" de feminicidios que el papa argentino, de 82 años, denunció en la región.
Francisco alertó que estos crímenes constituyen una "plaga que vive nuestro continente", junto a la acción de "bandas armadas y criminales", el "tráfico de droga" y la "explotación sexual de menores y de no tan menores".
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, unas 2.800 mujeres son asesinadas cada año en la región.
Las palabras del papa llegan cuando Latinoamérica vive una masiva ola migratoria.
Hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, nicaragüenses traspasan fronteras a diario, en multitudinarias caravanas, en busca de oportunidades.
Y los venezolanos escapan de una destructiva crisis económica, con hiperinflación y escasez de alimentos y medicinas. Igualmente huyen de una crisis política que se recrudeció el miércoles cuando el líder opositor Juan Guaidó se autoproclamó presidente, en lugar de Nicolás Maduro, con reconocimiento de Estados Unidos y otros países de la región.
El papa Francisco permanecerá hasta el domingo en Panamá, donde encabeza la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Ante el presidente anfitrión, Juan Carlos Varela, y diplomáticos pidió un compromiso contra "cualquier forma de corrupción".
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FUENTE: Agencia AFP