"El mestizaje es el futuro de la humanidad", afirmó este lunes el presidente de México Enrique Peña Nieto en las Naciones Unidas al llamar a la comunidad internacional a que no combata el desplazamiento de personas y preste más atención a las necesidades de migrantes y refugiados.
El mandatario mexicano fue más allá y sostuvo que las migraciones son un fenómeno histórico que ha hecho progresar a la humanidad.
Peña Nieto, quien hace poco estuvo en el ojo de una tormenta por haber invitado al palacio presidencial a Donald Trump, el candidato republicano que tiene posturas radicales contra la inmigración ilegal y ha tildado a los mexicanos de delincuentes y violadores, sostuvo que "los migrantes simbolizan la fuerza que ha hecho avanzar a la humanidad".
"Las grandes migraciones han llevado al género humano a los distintos rincones de la Tierra en todas las épocas de la historia", agregó. "Con las migraciones han viajado las tradiciones y las ideas, los conocimientos y los adelantos tecnológicos, los valores y las aspiraciones. Las culturas se revitalizan y enriquecen cuando conviven y dialogan entre sí".
Peña Nieto dijo que "la historia demuestra que no hay barreras que detengan el movimiento de las personas. No las hay naturales y tampoco artificiales. Para cada río ha habido siempre un puente, para cada obstáculo ha habido siempre un camino".
Destacó asimismo que México es "un país que es origen, tránsito, destino y retorno de personas" en alusión a las estadísticas que afirman que en la actualidad son más los mexicanos que regresan de Estados Unidos que los que ingresan ilegalmente a ese país.
Argumentos parecidos usó su colega costarricense Luis Guillermo Solís Rivera, quien afirmó que "cientos de millones de personas residen en un país que no es el suyo. Sin su contribución y su inclusión en los esfuerzos de desarrollo el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible será imposible de alcanzar".
Acotó que "la colaboración estrecha y coordinada entre los países de origen, tránsito y destino es necesaria en aras de garantizar mecanismos que preserven la seguridad y dignidad de aquellos que migran, eliminando así los muchos peligros que enfrentan durante sus travesías".
El presidente brasileño Michel Temer, en tanto, señaló que su país está a punto de aprobar leyes que facilitan la inmigración, cuyo objetivo es "garantizar sus derechos y no criminalizarlos".
Por primera vez Temer dijo que Brasil ha recibido 95.000 refugiados. Hasta ahora hablaba sólo de menos de 10.000 y no incluía a 85.000 haitianos.