Donald Trump, en franca caída en los sondeos de intención de voto para las presidenciales en Estados Unidos, intentó minimizar el jueves el costo personal de una eventual derrota ante Hillary Clinton en noviembre y afirmó que no necesita ser elegido presidente.
"Al final, o esto funciona o me tomaré unas largas vacaciones", dijo el multimillonario empresario, que entre otras propiedades tiene un club privado en West Palm Beach, Florida, en el que gusta pasar algún tiempo.
El candidato republicano, de 70 años, preparó la semana pasada el terreno para una eventual derrota al declarar que existía el riesgo de que le robaran la victoria. "Créanme, habrá que estar atentos el 8 de noviembre, porque estas elecciones estarán amañadas", dijo, una acusación que le valió una respuesta mordaz del presidente Barack Obama.
Donald Trump declara a menudo en mítines electorales que su candidatura no tiene nada de folclórica. "Si supiera que voy a perder, no perdería mi tiempo en ésto", dijo, por ejemplo el 27 de julio en Pensilvania.