El Consejo de seguridad de la ONU debate este viernes la catastrófica situación humanitaria en los barrios rebeldes de Alepo, donde las fuerzas del gobierno sirio prosiguen su avance gradual.
"En un máximo de dos meses, dos meses y medio, el este de Alepo podría terminar totalmente destruido", dijo el jueves De Mistura en Ginebra.
De Mistura, que hablará por video conferencia desde Ginebra a las 14H00 GMT, sugirió que Rusia bombardeaba indiscriminadamente las zonas rebeldes de la ciudad, habitada por 250.000 personas para intentar erradicar a solamente algunos centenares de yihadistas.
Apoyado por la aviación rusa, el régimen de Damasco lanzó hace dos semanas una ofensiva de gran envergadura para recuperar los barrios rebeldes de Alepo, ciudad dividida desde 2012 en sectores controlados por los rebeldes (este) o las fuerzas del gobierno (oeste), y hoy convertida en crucial frente de una guerra que desangra Siria desde 2011.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), las tropas gubernamentales tomaron este viernes una colina en el barrio de Sheij Said, al sur de la ciudad. Pero, paralelamente, los insurgentes recuperaron algunas zonas que habían perdido hace algunos días.
Según la televisión de Estado, cuatro personas resultaron muertas por disparos de cohetes de grupos rebeldes en la parte gubernamental de Alepo.
En una entrevista con la cadena televisiva danesa TV2, el presidente Bashar al Asad estimó el jueves que "la mejor opción" para Alepo era "la reconciliación" pero que en caso contrario, las fuerzas progubernamentales continuarán "combatiendo los rebeldes hasta que abandonen Alepo".
Asad negó que sus fuerzas hubieran atacado de forma deliberada infraestructuras sanitarias o dificultado la ayuda a los civiles en Alepo, tal como acusan los rebeldes y los occidentales, que hablaron de "crímenes de guerra".
La situación en Alepo ha endurecido las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, que suspendieron sus negociaciones para un alto el fuego en Siria, donde la guerra ha dejado más de 300.000 muertos.
Para tratar de propulsar la actividad diplomática, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, viaja este viernes a Washington para intentar obtener apoyo a un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para un nuevo alto el fuego en Alepo.
Por su parte, Moscú dijo estar "dispuesto a trabajar en este proyecto" de resolución de París, que facilite la entrega de ayuda humanitaria a Alepo.
En fin, el jueves De Mistura había propuesto además otra vía diplomática: exhortó a los 900 combatientes yihadistas de la organización Frente Fateh al Sham (exfrente Al Nusra, brazo sirio de Al Qaida) a que abandonasen el este de Alepo, y les propuso escoltarlos personalmente. A cambio, pidió que el régimen sirio y Rusia declaren la suspensión de sus bombardeos tras la salida de estos rebeldes.