El capítulo panameño de Transparencia Internacional(TI) denunció este viernes el "deterioro progresivo" del sistema electoral de Panamá y urgió a los diputados de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) a su "revisión profunda" en aras de la democracia y el Estado de Derecho.
Martinelli fue condenado a más de 10 años de cárcel por un caso de blanqueo, lo que lo inhabilitó para seguir como el candidato presidencial de su partido Realizando Metas (RM), un cargo al que se postuló con Mulino como vicepresidente. El exgobernante se encuentra asilado en la Embajada de Nicaragua desde febrero pasado para evadir su detención.
La situación judicial de Martinelli, que asumió la candidatura presidencial de su partido pese a que ya estaba condenado en primera instancia por el caso de blanqueo, y luego la de la candidatura presidencial de Mulino, cuestionada porque, entre otras cosas, corre con una fórmula incompleta, pues carece de vicepresidente, centró la atención durante toda la campaña proselitista.
Decisión de la Corte
Con la decisión de la Corte Suprema de Justicia "termina una etapa de incertidumbre que nunca debió ocurrir. Lo sucedido dejó en evidencia un sistema electoral que ha ido deteriorándose progresivamente, haciendo posibles situaciones que solo pueden calificarse como surrealistas", dijo TI en una declaración pública.
Es por ello que TI considera "imperativo una profunda revisión de la normativa electoral, en defensa de nuestra Democracia y del Estado de Derecho, lo que exige diputados comprometidos con los mejores intereses del país y su gente. De eso se trata también este importante reto electoral".
Situación Panamá - Nicaragua
Pese a que con la inhabilitación política vino una prohibición expresa de no participar en la campaña, Martinelli continuó con un proselitismo muy activo desde la sede de la Embajada de Nicaragua.
Esto generó críticas contra el Tribunal Electoral, al que se acusa de no hacer cumplir la disposición que él mismo emitió y permitir la presencia de Martinelli en vallas, medios y redes.
También elevó más la tensión diplomática entre Panamá y Nicaragua dados los reclamos del Gobierno panameño, totalmente ignorados por Managua, por la "permisividad" dada al expresidente, que en su calidad de asilado debe abstenerse de implicarse en política.