Ucrania calificó el martes a Rusia de "Estado terrorista" ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y la acusó de haber destruido una importante represa en el marco de lo que denuncia como una campaña de violencia de hace años. El ataque sobre la represa de Kajovka "provocó importantes evacuaciones civiles y graves daños ecológicos", declaró el representante ucraniano Anton Korinevich ante la más alta jurisdicción de la ONU.
Ambos países presentan esta semana sus argumentos ante los jueces de la CIJ en un caso en el que Kiev acusa a Moscú de respaldar durante años a los rebeldes separatistas en el este de Ucrania.
La invasión rusa a gran escala en 2022 es, según Ucrania, "el resultado trágico pero lógico" del respaldo a los separatistas y de su ocupación de Crimea en 2014.
Ucrania alega en este procedimiento llevado ante la CIJ en 2017 que Rusia transgredió las convenciones de la ONU sobre financiación del terrorismo y sobre discriminación racial y reclama compensaciones por los ataques de los rebeldes separatistas.
Este conflicto causó casi 13.000 muertos desde su estallido a principios de 2014, poco antes de que Moscú anexionara la península de Crimea.
Los abogados de Ucrania presentarán sus argumentos el martes y los de Rusia el jueves. La próxima semana, ambos bandos dispondrán de turnos de réplica el 12 y el 14 de junio respectivamente.
Kiev presentó otra demanda ante la CIJ tras la invasión rusa de febrero de 2022 en la que acusa a Moscú de planificar un genocidio. En este caso, el tribunal ordenó a Rusia suspender el ataque.
Pero según Ucrania, el desdén de Rusia por el derecho internacional no comenzó el año pasado.
"En el Donbás, en Járkov (...), hemos resistido una campaña de intimidación y terror alimentada por Rusia", agregó.
La CIJ fue creada después de la Segunda Guerra Mundial para solucionar los diferendos entre Estados miembros de la ONU. Sus decisiones son vinculantes, pero no dispone de medios para aplicarlas.