El Kremlin advirtió este miércoles de un posible "acto subversivo" de Kiev de "consecuencias catastróficas" en la central nuclear de Zaporiyia, controlada por Rusia en el sur de Ucrania y objeto de acusaciones cruzadas de ambos bandos.
"Hay que tomar todas las medidas para luchar contra esta amenaza", añadió Peskov, que acusó a Kiev de haber demostrado en "múltiples ocasiones" su capacidad de "estar dispuesto a todo".
En la víspera, fue el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien advirtió en una conversación telefónica con su homólogo francés, Emmanuel Macron, que los rusos preparan "provocaciones peligrosas" en la central.
En paralelo, el ejército ucraniano afirmó el martes que "objetos similares a artefactos explosivos" fueron "colocados en el techo exterior de los reactores 3 y 4" y que su detonación debía "dar la impresión de (ser) bombardeos desde el lado ucraniano".
En las últimas semanas, Kiev y Moscú se acusan mutuamente de poner en peligro la seguridad de la central, en una zona por donde las tropas ucranianas están llevando a cabo su contraofensiva para intentar recuperar el terreno ocupado por Rusia.
Caída en manos del ejército ruso el 4 de marzo de 2022, la mayor central nuclear de Europa ha sido blanco de disparos y desconectada de la red eléctrica en múltiples ocasiones.
Según Kiev, Rusia colocó tropas y armamento dentro del recinto.
La destrucción en junio de la represa de Kajovka, situada en una zona meridional ocupada por Rusia, suscitó temores por la central, que emplea el agua de este embalse para la refrigeración de sus seis reactores.
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