Este miércoles, el exministro de Educación, Miguel Ángel Cañizalez, cuestionó la efectividad de la asignación del 7% del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a la educación en Panamá. Cañizalez explicó que esta partida no se destina únicamente al sistema educativo oficial, sino que se distribuye entre cinco universidades, el Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE), la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) en su área educativa y otros sectores vinculados. Según el exfuncionario, la responsabilidad de optimizar estos recursos recae en los educadores y el personal administrativo.
El exministro también expresó su apoyo a la continuidad de la participación panameña en la prueba PISA, la cual considera clave para medir el rendimiento educativo a nivel global. “Deberíamos seguir invirtiendo en la prueba PISA porque es la única que nos compara a nivel mundial”, indicó, lamentando que el país esté considerando retirarse de esta evaluación, lo cual, según él, envía un mensaje negativo a la comunidad internacional, especialmente a países de la OCDE.
Pérdida de días de clase debe ser una prioridad
Cañizalez resaltó la diferencia en cantidad de días y horas de clase entre las escuelas oficiales y las privadas, advirtiendo sobre el impacto negativo que las constantes suspensiones tienen en el sistema público. “La educación particular no pierde días de clases como lo hacen las escuelas oficiales. Hay que evitar esa práctica y que la pérdida de clases sea el último recurso”, expresó.
Finalmente, advirtió sobre el potencial de futuras manifestaciones en el país, lo que, según él, podría agravar el problema de pérdida de clases en el sector oficial. "Habrá muchas manifestaciones, y lo importante es evitar la pérdida de clases, por lo que hay que prestar mucha más atención al tema de los días y horas de clases”, concluyó Cañizalez.