Con críticas a la administración pasada, el contralor Gerardo Solís inició su rendición de cuentas ante el pleno de la Asamblea Nacional de Diputados. Aseguró que recibió una Contraloría General que estaba al borde de una crisis de reputación. Solís afirmó que la entidad fiscalizó con control previo las compras de la pandemia. "Revisamos 870,404 documentos de afectación fiscal que acumulan un monto $53 mil 421 millones", destacó.
Enfatizó que trabaja bajo la cultura de corrección y que su cargo no lo desempeña como un trampolín político.
Durante su intervención de gestión de la Contraloría General, el funcionario defendió su administración y el aumento de la planilla estatal.
"En estos dos años hemos refrendado a diciembre de 2021 una planilla de 290,776 servidores públicos que incluye a los de esta Asamblea, por un monto de 528 millones de balboas", indicó el Contralor General, Gerardo Solís, en relación a la planilla estatal. Dijo que durante su administración aumentó 4% más funcionarios y 13% en más dinero. Hizo un balance de la planilla estatal en la administración de Federico Humbert. Dijo que en cinco años la planilla registró un aumento de 17% en personas y 61 en dinero.
Los denominados escándalos
En su informe de rendición de cuentas, el Contralor Gerardo Solís enumeró los escándalos en el gobierno de Laurentino Cortizo, y en la que expresó no se registraron perjuicios económicos, debido a que no se refrendaron. Entre ellos esta: uniformes escolares del Meduca, jamones para naviferias, alquiler de equipo pesado para la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario, la mascarillas para la Asamblea, entre otros.
Tras cumplirse más de una hora de su informe de rendición de cuentas, el diputado independiente Juan Diego Vásquez reclamó al presidente de la Asamblea, que el contralor no entregó el documento. Vásquez catalogó como "monólogo. Según el diputado Solís llevaba más de una hora de discurso y los diputados no habían podido cuestionarlo.