Sentado afuera de una tienda de campaña en una aldea de la selva panameña del Darién, Oswards Ruíz dice que se marchó de Venezuela tras la cuestionada reelección de Nicolás Maduro porque lo "iban a matar". "El pueblo logró lo que queríamos: ganar las elecciones. Pero nos las robaron", dijo a la AFP este migrante de 39 años oriundo del estado central de Carabobo. Miles de venezolanos tratan de llegar a Estados Unidos a través del Darién, la selva situada en la frontera con Colombia.
En la aldea selvática de Lajas Blancas, 250 km al este de Ciudad de Panamá, un militar venezolano da un testimonio similar, sin revelar su nombre verdadero por temor a represalias.
"Tuvimos la esperanza de que este gobierno ya se acabara para poder regresar a nuestro país y empezar desde cero".
Pero con la reelección de Maduro "todas esas ilusiones se fueron abajo", sostiene.
- Arrastrado por un río -
En el Centro de Recepción Temporal para Migrantes de Lajas Blancas, los migrantes duermen en barracones de madera o en tiendas de campaña.
El gobierno panameño, con organizaciones internacionales, les brindan servicios básicos antes de permitirles seguir su viaje hacia Costa Rica, próxima escala para quienes cruzan el Darién, convertido en un corredor para los migrantes sudamericanos que tratan de llegar a Estados Unidos.
A pocos metros, la venezolana Rosa Pérez llora, pues un medio hermano de su hijo, que viajaba con ellos, no ha aparecido tras ser arrastrado por la corriente de un río. Milagrosamente su hijo sobrevivió.
"Cuando estaban pasando el río se resbalaron y él (su hijo) salió porque su bolso flotó, (pero) el otro muchacho no, no sé si salió", relata la mujer de 40 años, mientras muestra una foto del joven desaparecido.
- ¿Ola migratoria? -
En 2023, un récord de más de 520.000 personas pasaron por la jungla panameña, enfrentando peligros como ríos caudalosos, animales salvajes y grupos criminales.
Sin embargo, este año la cifra se ha reducido: hasta ahora 260.000 migrantes han ingresado a Panamá por la selva, dos tercios de ellos venezolanos.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha expresado su temor a un incremento de migrantes venezolanos tras la reelección de Maduro.
Pero el número de venezolanos que cruza el Darién ha caído este año. Hasta ahora han pasado por la jungla unos 174.000, 33% menos que en los primeros nueve meses de 2023.
Mulino ha deportado desde que asumió el poder el 1 de julio a migrantes colombianos, ecuatorianos e indios en vuelos financiados por Estados Unidos, bajo el paraguas de un acuerdo bilateral.
Sin embargo, las autoridades panameñas dejan seguir a los migrantes venezolanos hacia Estados Unidos, debido a la compleja situación política en su país.
Aunque Mulino quisiera deportarlos, no podría, pues Caracas prohibió los vuelos de aviones panameños por las críticas a la cuestionada reelección de Maduro.
"Nadie pasa por ahí (la selva) porque quiere", afirma Pérez.
"Van a salir más personas de Venezuela mientras siga este gobierno, porque la gente se va a morir de hambre allá", dice a la AFP el venezolano Marcos Arcilla.