Con la finalidad de contrarrestar el cambio climático, la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) presentó en un taller virtual de difusión y concienciación, el proyecto IDDS22-42, denominado “Evaluación y línea base de nuevas áreas potenciales de turbera en el Caribe y Pacífico de Panamá”, con énfasis en los resultados obtenidos en Portobelo, provincia de Colón.
La investigación fue liderada por el Dr. Andrés Emiliano Fraiz y ejecutada por la Fundación Wetlands International (FWI), con la finalidad de evaluar y caracterizar dos sitios con posibles reservas de turbera, en el Caribe, en el Parque Nacional de Portobelo, en Colón y en el Pacífico, en la península de Azuero, en Tonosí, cerca de las áreas costeras en la provincia de Los Santos. Con el proyecto buscan determinar las condiciones ambientales de las turberas y proponer acciones para su gestión.
Una turbera es un ecosistema donde se almacena agua dulce, actuando como grandes esponjas, bloqueando la intrusión de agua salada en los acuíferos y proporcionando un suministro de agua permanente a las comunidades locales, superando los períodos de escasez de agua en las estaciones secas. Aportan al menos el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero, siendo una de las más importantes reservas de carbono sobre la Tierra, y la primera barrera de protección contra fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes, ahora más frecuentes y fuertes debido al cambio climático.
El proyecto IDDS de 2022, responde a investigaciones centradas en necesidades regionales y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como lo son el ODS 6 Agua y saneamiento, ODS 11 Ciudades y Comunidades sostenibles, ODS 12 Producción y Consumo responsable, ODS 13 Acción por el clima, ODS 14 Vida submarina y ODS 15 Vida de ecosistemas terrestres, avanzando en el cumplimiento de la Agenda 2030.
En esta investigación, el Dr. Fraiz y el equipo de investigadores presentan un inventario de turberas en el Caribe y la primera descripción de áreas prioritarias (Peters, et al., 2019), así como un mapa con las áreas prioritarias y probables depósitos de turberas en Panamá.
A inicios del 2021, la FWI, el Centro Regional para el hemisferio occidental (CREHO) y la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) desarrollaron el primer Webinar sobre Turberas, para promover la investigación y divulgar su importancia, para así llenar los vacíos de información con relación a esas áreas.
El 23% de la superficie de Panamá, unos 17,193 km², representan ecosistemas de humedales, entre estos manglares, turberas, arrecifes de coral y zonas estuarinas, todos de alto valor ecológico e importancia ambiental y socioeconómica por sus múltiples funciones, valores y atributos (Ministerio de Ambiente, 2021).
El proyecto del Dr. Fraiz es necesario por tratarse de ecosistemas claves en la adaptación al cambio climático (Peters, et al., 2019). La investigación (I+D+i) está estructurada para aportar evidencias, datos e información para mejorar y actualizar el inventario y mapa de humedales de Panamá y crear por primera vez el inventario de turberas de Panamá.
Esto permitirá a la comunidad académica nuevas evidencias y áreas para investigación, y le dará al país las herramientas para avanzar en el cumplimiento de sus compromisos para la adaptación y atender el cambio climático, y su contribución al cumplimiento de los ODS con miras a que Panamá proponga y desarrolle iniciativas nacionales y regionales de desarrollo sostenible, conservación y protección de los humedales. También se compartirán las bases sobre la metodología utilizada para que sea replicada en otros sitios.
La investigación “Evaluación y línea base de nuevas áreas potenciales de turbera en el Caribe y Pacífico de Panamá” se llevó a cabo en colaboración con el Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe (Cathalac) y la participación de estudiantes, quienes utilizarán los datos obtenidos durante su pasantía en el proyecto para el desarrollo de una tesis de grado en la temática.
La importancia de la turbera y la identificación de las áreas, su condición y propuesta de acciones para su gestión radica en que son un ecosistema frágil que tarda miles de años en formarse y convertirse en un sumidero de carbono.