Autoridades de Panamá y de Colombia sostuvieron este lunes una reunión ministerial con el objetivo de continuar abordando la atención del tema de migración irregular en la frontera de ambos países. Este encuentro se ejecuta con la finalidad de concretar los puntos acordados por Panamá y Colombia el pasado viernes 6 de agosto, entre los que se encuentran: el control del flujo migratorio, el traslado seguro de los migrantes y la judicialización de la trata de personas en la zona fronteriza.
Los equipos de trabajo conformados en Darién se encontraron hoy en Carepa, Urabá, en el departamento colombiano de Antioquia, para poner en práctica los lineamientos señalados por las cancilleres Erika Mouynes y Marta Lucía Ramírez, durante su encuentro en Metetí.
La cifra acordada, que se divulgará el miércoles por común acuerdo, responde a la capacidad que migrantes que puede atender el sistema de acogida de Panamá.
El acuerdo binacional contempla, asimismo, el intercambio de información de manera oportuna y un reporte de los migrantes que se embarcan hacia Panamá, atendiendo las normas de seguridad y las medidas biosanitarias internacionales.
Para darle seguimiento a la evolución de la situación, las delegaciones panameña y colombiana se reunirán semanalmente.
Con este nuevo convenio, Panamá y Colombia harán una presentación conjunta de la ruta migratoria irregular en la que ambos son países de tránsito, durante la reunión ministerial convocada por el gobierno panameño para este miércoles 11 de agosto.
Ese informe será cotejado con Costa Rica, con quien Panamá ya tiene un sistema de cuotas para el paso ordenado y seguro de migrantes irregulares con destino a Norteamérica.
“Queremos presentar una postura común, Panamá, Colombia y Costa Rica, para ofrecer planteamientos concretos a los otros países que reciben a los migrantes o son su destino final e identificar nuestras respectivas responsabilidades”, declaró la canciller Erika Mouynes sobre la próxima cita.
La reunión ministerial, que se celebrará de forma virtual auspiciada por Panamá, contará con la participación de los cancilleres de Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador y México, y un representante del Departamento de Estado de los EEUU.
El corredor selvático, de 266 km entre Colombia y Panamá, se ha convertido en paso obligado para la inmigración irregular que desde Sudamérica trata de llegar hasta México, Estados Unidos y Canadá.
El pasado domingo, el presidente colombiano, Iván Duque, pidió a Panamá buscar una solución conjunta para abordar este problema migratorio.
"Esto lo tenemos que resolver entre los dos", declaró Duque.
Según datos oficiales, en 2021 cerca de 27.000 personas, entre ellos cientos de niños, cruzaron el Darién. Más de un tercio lo hizo en junio.
Los migrantes cruzan la selva, de 575.000 hectáreas, pese a que no hay vías de comunicación terrestres y deben enfrentar grupos criminales, animales salvajes y ríos caudalosos.
En su mayoría son haitianos y cubanos, pero también hay asiáticos y africanos.
Tanto la canciller colombiana como la panameña han pedido ayuda internacional, incluido a Estados Unidos, para enfrentar la migración irregular.