La corrupción es un mal que deja estragos a su paso en todo el planeta, del que los países tercermundistas, como Panamá, no escapan y, en donde, tristemente cada vez se nota más arraigado. La corrupción va de la mano con la democracia, o más bien, con la falta de ésta, ya que dentro de una nación en donde reina la corrupción la democracia es débil, no se puede confiar en su estado de derecho.
Esta investigación fue aplicada en Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay, y Venezuela entre el 20 de febrero y el 30 de marzo de 2023; y en El Salvador, Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Panamá y Paraguay entre el 23 de marzo y el 18 de abril.
Latinobarómetro destaca que Panamá es el país que mayormente ha crecido en democracia en la región, al explicar que si bien tenemos un 46% de apoyo a la democracia, este ha aumentado once puntos porcentuales desde 2020, cuando apenas se llegaba al 35%. Allí también disminuye seis puntos porcentuales en la indiferencia al tipo de régimen llegando a 33% en 2023 (39% en 2020) y el autoritarismo disminuye un punto porcentual llegando al 13% en 2023. Panamá si bien tiene menos de la mitad de su población que apoya la democracia no está en recesión como los otros países, evoluciona en un sentido positivo.
Igual forma, indica que en 12 países de la región aumenta esta indiferencia entre 2020 y 2023, siendo Costa Rica y Guatemala los que registran la mayor alza (10%). En cambio, en Brasil y Panamá disminuye de manera significativa la indiferencia a la democracia, en seis puntos porcentuales en ese período, lo que significa que cada vez los panameños nos vamos involucrando más en la democracia y en los temas relacionados con la misma, ratificando así nuestro sistema político, democrático.
Un punto que llama poderosamente la atención en este estudio, es el que tiene que ver con los presidentes de la países de Latinoamérica que han tenido nexos comprobados con la corrupción.
En ese sentido, la investigación entrega una lista en la que se incluyen a los presidentes que han sido acusados, condenados o están en prisión por corrupción. Se indica el año de inicio de su mandato y el año en que este termina por la acusación de corrupción. Cuando finaliza el período, la acusación es posterior a su término. En total suman 21 presidentes en 9 países.
Aquí aparecen los nombres de Ricardo Martinelli y Juan Carlos Varela, quienes gobernaron el país en los periodos 2009-2014 y 2014-2019, respectivamente, y tras terminar sus mandatos han sido salpicados por actividades de este índole mientras estuvieron sentados en la silla presidencial.
- BRASIL
1. Luis Inácio Lula da Silva (2003-2010). Fue condenado y luego se anuló su sentencia.
Fue elegido presidente por tercera vez en 2023.
2. Dilma Rousseff (2011-2016).
- COSTA RICA
3. Luis Guillermo Solís (2014-2018).
- ECUADOR
4. Abdalá Bucaram (1996-1997).
5. Jamil Mahuad (1998-2000).
6. Rafael Correa (2007-2017).
- EL SALVADOR
7. Francisco Flores (1999-2004).
8. Elías Antonio Saca (2004-2009).
- GUATEMALA
9. Alfonso Portillo (2000-2004).
10. Otto Pérez Molina (2012-2015).
- HONDURAS
11. Rafael Callejas (1990-1994).
12. Porfirio Lobo (2010-2014).
- PANAMÁ
13. Ricardo Martinelli (2009-2014).
14. Juan Carlos Varela (2014-2019).
- PARAGUAY
15. Horacio Cartes (2013-2018).
- PERÚ
Todos los expresidentes del Perú vivos, democráticamente elegidos, están o estuvieron presos, perseguidos o condenados por la justicia de su país: Alberto Fujimori, Alejandro
Toledo, Alan García, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Pedro Castillo.
16. Alberto Fujimori (1990-2001).
17. Alejandro Toledo (2001-2006).
18. Alan García (1985-1990; 2006-2011).
19. Ollanta Humala (2011-2016).
20. Pedro Pablo Kuczynski (2016-2017).
21. Pedro Castillo (2021-2022), fue detenido después de intentar un golpe de Estado en 2022.
Hoy Perú tiene tres presidentes en la misma cárcel, Barbadillo: Fujimori, Toledo y Castillo.
LA DEMOCRACIA EN DETRIMENTO
En 2023 solo el 48% apoya la democracia en la región, lo que significa una disminución de 15 puntos porcentuales desde el 63% de 2010. El autoritarismo se ha ido validando poco a poco, en la medida que no se le condena, ni se sabe bien cuál es el umbral donde un país deja de ser democrático. Mas aún, en el período aumentan aquellos a quienes les da lo mismo el tipo de régimen, lo que implica que un populismo o un autoritarismo les son indiferentes.
Al observar los datos desde 1995, el año 2010 es el segundo con mayor apoyo a la democracia obtenido desde 1995. El primero fue en 1997 y l998 con 65%. El declive a partir de 2010 ha sido sistemático durante más de una década. Es decir, existen motivos estructurales que no han sido remediados y que profundizan la pérdida de apoyo. En ese sentido llama la atención que la pandemia no acentúe la pérdida de apoyo, sino que más bien detenga la caída como muestran los datos.
¿QUÉ MOTIVOS GENERAN ESTA RECECIÓN EN LA DEMOCRACIA?
Al analizar las presidencias de la región se puede observar que hay pocos países sin gobernantes imputados, acusados o condenados por algún cargo de corrupción. Son las elites las que han fracasado en América Latina. Ellas han erosionado la fortaleza de las instituciones al intentar forzar las reglas del juego para quedarse en el poder.
Los personalismos, la debilidad de los partidos políticos que entregan a las personas en cargos de responsabilidad, aún más poder, es uno de los elementos más perversos que está socavando la democracia. La corrupción tuerce el poder del voto al intervenir en las campañas electorales con enormes sumas de dinero y provoca una competencia desleal. La corrupción del poder a nivel presidencial es una forma brutal de minar las bases de la democracia, porque lleva a la presidencia a personas que sin esos fondos ilícitos no lo habrían logrado.
DATOS TOMADOS DEL ESTUDIO LATINOBARÓMETRO